Me dirigí a la oficina del pelinegro con la firme intención de contarle toda la verdad, pero no lo encontré. Más tarde, unos soldados con los que me topé en el camino me informaron que, al parecer, el comandante y todo el grupo de exploración habían regresado a las murallas. La única noticia que circulaba hasta ese momento era que habían recuperado a Eren.Suspiré. Justo cuando por fin me había decidido, ya no era posible. Desorientada, deambulé un rato por el regimiento antes de regresar a mi cuarto para descansar.
Mañana sería otro día, y lo intentaría de nuevo.
—Hey, despierta... hey, ¿me escuchas?
La voz sonaba distante, casi como si viniera desde otro mundo. ¿Quién me estaba llamando?
Había pasado exactamente una semana desde la muerte de Mike y su escuadrón. Desde entonces, tanto el capitán como el comandante habían estado tan escurridizos que encontrarles se había vuelto una misión imposible. Tras varios intentos fallidos, finalmente me rendí y decidí concentrar todas mis energías en mi propia recuperación.
Abrí los ojos lentamente, aún aturdida, y me sorprendió ver a Nifa en mi cuarto. Ella pertenecía al escuadrón de Hange, pero nunca habíamos intercambiado más allá de un simple 'buenos días'. Me miraba con una mezcla de preocupación y alivio, como si no supiera si reírse o regañarme por haberme dejado vencer por la pereza.
—Nifa... —murmuré, mi voz sonaba ronca, como si llevara días sin hablar. ¿Qué hacía ella aquí? Y, más importante aún, ¿Qué día era?
—¡Al fin despiertas! —dijo mientras abría las cortinas de par en par, dejando que una explosión de luz solar inundara la habitación. Sentí cómo los rayos me quemaban los ojos, obligándome a entrecerrarlos.
—¿Qué sucede? —pregunté, todavía adormecida—. ¿Qué hora es?
—Es más de la una de la tarde —respondió con un tono de indignación, aunque su voz mantenía una dulzura familiar—. Tengo que ponerte al tanto de todo lo que está ocurriendo.
Mientras mis sentidos volvían lentamente, Nifa se sentó a mi lado y comenzó a hablar. Me explicó lo que había sucedido durante los días que estuve fuera de combate. Primero, me puso al día con la información oficial, la que circulaba abiertamente entre todos los regimientos. Pero lo más interesante vino después: con un susurro más bajo, me reveló detalles que solo un pequeño y privilegiado círculo dentro del Cuerpo de Exploración conocía. Hablaba rápido, como si el tiempo fuera un lujo que no podíamos permitirnos perder, y con cada palabra, mi mente se despejaba un poco más.
Eren...¿le dio órdenes a los titanes? ¿Que significaba eso?
Había estado completamente ajena a lo que estaba sucediendo en el exterior, y no porque quisiera, si no porque él mismo cuerpo de exploración pareció excluirme de manera indefinida de todo esto.
Pero mientras Nifa continuaba con su relato, las noticias no hacían más que empeorar, volviéndose cada vez más terribles.
—¿¡Qué el comandante perdió un brazo!? —grité, horrorizada.
No podía creerlo. ¡No, mi comandante sin su bracito, que horror! ¡Pobrecito!
—Sí, fue durante la última operación de rescate... —respondió Nifa, bajando la mirada—. Lamentablemente hubieron muchas bajas... demasiadas. Pero lograron recuperar a Eren y a Krista, digo Historia —dijo, corrigiéndose.
Me quedé en silencio por un momento, intentando procesar toda la información.
—Ahora, tienes que dirigirte a esta ubicación —continuó, entregándome un pequeño trozo de papel con una dirección escrita—. Te han asignado al escuadrón de Levi, junto con los reclutas del escuadrón 104. Cuando llegues, te darán más detalles sobre la situación.
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La razón del viento [Levi x Lectora] [En curso]
FanfictionTu padre falleció revelándote un inquietante secreto junto con la frase "Protege a Eren Jeager" no entendiendo el significado de sus palabras en esos momentos. Años mas tarde, te uniste al cuerpo de exploración para sentirte viva y útil a la socieda...