Nos dirigimos a toda velocidad hacia la ciudad en cuanto nos enteramos del incidente. Al llegar, nos recibió el caos, inundado por los sollozos de Hange, que resonaban como un lamento desgarrador. En el suelo, yacían los cuerpos ya esqueletizados de quienes alguna vez fueron Bean y Sawney.Reí amargamente, incrédula de que acabara de nombrarlos por sus nombres.
—No alcanzaron a ver quiénes eran, pero llevaban equipos tridimensionales —informó Eld, acercándose a mí.
— ¿Qué? —me sorprendí. ¿Por qué alguien de aquí querría hacer eso? — Quizás eran personas incómodas con su presencia, tenían miedo.
—Quizás... ¿quién sabe? —respondió Oruo con un tono reflexivo.— al menos a mí me daban escalofríos esas cosas.
De repente, percibimos una presencia detrás de nosotros; era el comandante Erwin. Se acercó lentamente y, en voz baja, nos preguntó:
— ¿Quiénes creen ustedes que es el enemigo?
Un momento de desconcierto se apoderó de todos nosotros; intercambiamos miradas de confusión entre nosotros mientras el silencio reinaba. Al no obtener respuesta, el comandante Erwin esbozó una sonrisa enigmática y se retiró, dándose media vuelta.
Quedamos allí, preguntándonos qué podría significar su misteriosa pregunta.
—Oí, nosotros también nos vamos. Esto queda en manos de la policía militar —ordenó el capitán mientras se alejaba junto con el comandante.
Pasadas algunas horas desde el trágico asesinato, Hange estaba aún en la enfermería bajo los cuidados de Moblit, quien le proporcionaba una hierba relajante para aliviar el estrés. Al salir de la enfermería después de percatarme que la científica quedaba en buenas manos, me dirigí hacia la ciudad para reunirme con mis compañeros y buscar su compañía.
Al llegar a la base, divisé a Nanaba y Gelgar a lo lejos. Sus semblantes reflejaban seriedad debido a la situación, pero al encontrarse con mi mirada, sus rostros se iluminaron con una camaradería que tanto extrañaba. Me encaminé hacia ellos con paso decidido.
— ¡Ey! —Gritó Gelgar. Mi corazón se llenó de alegría al verlos— ¡Es como si hubieran pasado años! ¿Cómo estás?
Me acerqué corriendo y abracé a Nanaba. Oh, cómo había extrañado sus abrazos reconfortantes.
— ¿Cómo va todo por allá? —Me preguntó con su sonrisa dulce de siempre—. Menos mal que nadie te vio en la ceremonia o hubieras estado en serios problemas.
— ¿Estuviste en la ceremonia? Ahora todo tiene sentido. —Respondió Gelgar
Todos nos volvimos y descubrimos que Mike estaba detrás de nosotros, con los brazos cruzados y una expresión neutral. Nadie entendía cómo había aparecido allí de la nada. Seguramente ya había escuchado toda la conversación anterior.
—El capitán Levi me dio permiso...
El líder de escuadrón bufó. Nunca era fácil engañarlo, y mucho menos a mi nivel de novata.
—Claro, es por eso que se agarraron a puñetazos cuando volviste.
— ¿Qué? —preguntaron al unísono Nanaba y Gelgar, sorprendidos.
— ¡No fueron puñetazos! —intenté explicarme—, pero eso no importa. ¿Cómo sabes todo eso?
—La pregunta sería ¿quién no lo sabe?
—Pues yo no sabía —replicó Gelgar.
—Reformulo la pregunta entonces —dijo Mike mientras tomaba aire—, ¿quién de la alta jerarquía del regimiento no lo sabe?
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La razón del viento [Levi x Lectora] [En curso]
FanfictionTu padre falleció revelándote un inquietante secreto junto con la frase "Protege a Eren Jeager" no entendiendo el significado de sus palabras en esos momentos. Años mas tarde, te uniste al cuerpo de exploración para sentirte viva y útil a la socieda...