CAP 1

43 6 2
                                    

Sana apretaba el borde de su camiseta mientras miraba el suelo, intentando encontrar las palabras correctas. El parque donde siempre jugaban parecía mucho más grande y vacío en ese momento.

—Chicas...—empezó, con la voz apenas un susurro.

Jihyo, que estaba sentada en el columpio, se detuvo de inmediato, notando la seriedad en el rostro de Sana.

—¿Qué pasa? —preguntó Jihyo con una mezcla de curiosidad y preocupación.

Tzuyu, que estaba balanceándose en el otro columpio, también frenó, sus ojos grandes se fijaron en Sana.

—Tengo que... me voy a mudar a Japón —dijo finalmente, sintiendo que su pecho se apretaba.

El silencio cayó como una manta pesada sobre las tres. Jihyo abrió la boca como si fuera a decir algo, pero no logró pronunciar palabra. Tzuyu fue la primera en reaccionar.

—¿Cuándo? —preguntó Tzuyu con la voz más suave de lo habitual.

—En dos semanas —Sana apenas podía mantener la compostura—. No quiero irme, pero mis padres ya tomaron la decisión.

Jihyo, que hasta ahora había estado callada, finalmente habló, pero sus palabras salieron apresuradas.

—¡No puedes irte! ¿Qué vamos a hacer sin ti?

Sana bajó la mirada, sintiéndose culpable.

—No quiero dejarlas —dijo en un hilo de voz—. No quiero dejarte, Jihyo.

Flashback

Sana recordaba el día en que las conoció, hace ya cinco años. Aquel parque de diversiones siempre había estado lleno de risas y voces felices, pero esa tarde, para Sana, todo parecía lejano. Era la nueva en el vecindario y se sentía fuera de lugar.

Jihyo y Tzuyu reían juntas mientras giraban en el carrusel. Sana observaba desde la distancia, sus pies pegados al suelo, demasiado tímida para acercarse.

—¿Quieres subir? —La voz de Jihyo la sorprendió. La niña de ojos grandes y sonrisa amable la miraba con amabilidad.

Sana asintió tímidamente, sin saber muy bien qué decir.

—Ven, yo te ayudo —Jihyo la tomó de la mano y la guió hacia el carrusel. Tzuyu, que ya estaba subida, extendió una mano para ayudarla a subir a uno de los caballitos de madera.

—Es divertido, te va a gustar —dijo Tzuyu con una sonrisa cálida.

Sana sintió un calor en el pecho. Ese fue el comienzo de una amistad que significaría todo para ella.

Fin del flashback

De vuelta al presente, Sana miró a Jihyo y Tzuyu, sus mejores amigas, sintiendo que se le quebraba el corazón al pensar en dejarlas atrás. Especialmente a Jihyo, que siempre había sido más que una amiga para ella, aunque jamás se había atrevido a confesar lo que realmente sentía.

—Voy a extrañarlas mucho... —susurró Sana.

Jihyo se levantó del columpio y la abrazó con fuerza.

—Nosotros también, Sana. Pero siempre seremos amigas, no importa dónde estés.

EL DILEMA DEL CORAZONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora