EL DILEMA DEL CORAZON

CAP 24

A medida que pasaban los días, los momentos entre Sana y Tzuyu se volvían más frecuentes y significativos. Cada risa, cada mirada, cada gesto cariñoso se sentía como una chispa que encendía algo profundo dentro de Sana. "Estoy enamorada de Tzuyu," pensaba Sana, su corazón latiendo más rápido con solo imaginar su sonrisa. Sin embargo, el peso del compromiso con Jihyo pesaba como una losa sobre su pecho.

Las noches se volvían complicadas; Sana se revolvía en su cama, luchando con su propia confusión. "¿Qué hago? ¿Debo seguir mi corazón o mi relación Jihyo?" La dualidad de sus sentimientos la consumía. Por un lado, estaba la historia que había construido con Jihyo, una promesa de amor que había creído sincera. Por otro lado, había una conexión innegable con Tzuyu, algo que se sentía nuevo, emocionante y profundamente real.

En esos momentos de introspección, Sana reflexionaba sobre lo que significaba realmente el amor. ¿Era amor? ¿Era pasión? ¿Era un equilibrio de ambos? Se preguntaba si había alguna forma de salir de esta encrucijada sin herir a nadie, pero sabía que cada día que pasaba se hacía más difícil.

Un día, mientras compartían un helado en un parque, Sana observó a Tzuyu reírse mientras contaba una anécdota divertida. Era una visión tan hermosa que le hizo desear que ese momento nunca terminara. Pero en el fondo, la culpa la carcomía. "¿Qué pasará cuando Jihyo se entere?" Esa pregunta siempre regresaba, como un eco que nunca la dejaba en paz.

Sana: (con voz suave) "Tzuyu, a veces me siento un poco... confundida sobre todo esto."

Tzuyu, al notar la seriedad en la voz de Sana, dejó de reír y la miró con atención.

Tzuyu: "¿Confundida? ¿Sobre qué? ¿Te pasa algo?"

Sana dudó, sintiendo la presión en su pecho. "¿Debería contarle? ¿Debería ser honesta sobre mis sentimientos?"

Pero, en lugar de eso, forzó una sonrisa.

Sana: "Solo... a veces pienso en cómo ha cambiado todo desde que volví. Me alegra tenerte cerca, pero hay tantas cosas en mi mente."

Tzuyu: (con preocupación) "Si alguna vez necesitas hablar, sabes que estoy aquí, ¿verdad? Siempre estaré aquí para ti, Sana."

Las palabras de Tzuyu hicieron que el corazón de Sana se acelerara, y se sintió más dividida que nunca. "¿Es justo para Jihyo? ¿Es justo para Tzuyu?" Esa noche, al acostarse, se dio cuenta de que su lucha interna no iba a desaparecer. Había tomado la decisión de enfrentar sus sentimientos, pero se dio cuenta de que también tenía que ser honesta consigo misma y con quienes amaba.

El tiempo continuó avanzando y, aunque disfrutaba de cada momento con Tzuyu, el dilema seguía ahí, creciendo como una sombra. Cada risa compartida, cada mirada profunda, solo hacía que la decisión se sintiera más apremiante. "¿Cuánto tiempo más puedo ignorar esto?" se preguntaba, sabiendo que tarde o temprano, la verdad tendría que salir a la luz.

La angustia de tener que elegir entre dos personas a las que quería profundamente comenzó a consumirla. La idea de lastimar a Jihyo la atormentaba, pero la noción de dejar ir a Tzuyu se sentía como un vacío imposible de llenar. Mientras el amor por Tzuyu florecía, la lealtad a Jihyo se mantenía firme, creando un conflicto que parecía no tener solución.

Finalmente, una noche, mientras observaba las estrellas desde su ventana, se dio cuenta de que no podía seguir así. "Debo encontrar una manera de ser honesta. No puedo seguir ocultando lo que siento." Con el corazón palpitante, Sana tomó la decisión de hablar con Tzuyu y Jihyo, decidida a enfrentar las consecuencias de sus sentimientos, sin importar lo dolorosas que pudieran ser. Era hora de enfrentar la verdad, y aunque le aterraba la idea de perder a alguien, sabía que no podía seguir huyendo de su corazón.