CAP 13

15 6 0
                                    

En el aeropuerto, Tzuyu y Jihyo esperaban a Sana con expectación, ambas sin saber exactamente cómo sería el reencuentro después de tantos años. El murmullo de los viajeros y los anuncios de vuelos llenaban el ambiente, pero Tzuyu apenas los escuchaba, su mente completamente enfocada en el momento que estaba por llegar.

Cuando finalmente vieron a Sana bajando las escaleras, ambas se quedaron sin palabras.

Sana había cambiado. Su cabello, ahora teñido de un tono naranja brillante, resaltaba entre la multitud. Era más alta, con piernas delgadas y una cintura pequeña que la hacían parecer casi irreal. Se movía con confianza, y la imagen de la niña tímida que se fue hacía diez años había quedado atrás, ahora convertida en una mujer radiante.

Jihyo soltó un leve suspiro, sorprendida por lo hermosa que estaba Sana. Tzuyu, en cambio, sintió cómo su corazón comenzaba a latir más rápido, sus emociones revueltas. El nerviosismo que había sentido durante los días previos al encuentro ahora se mezclaba con una tristeza profunda. ¿Y si Sana no la reconocía como la persona que había estado a su lado todo este tiempo?

Cuando Sana llegó al final de las escaleras, su mirada se fijó directamente en Jihyo. Sus ojos brillaban con emoción, y sin dudarlo, corrió hacia ella, envolviéndola en un fuerte abrazo.

Sana: "¡Jihyo! No puedo creer que estemos aquí juntas otra vez."

Su voz era cálida y llena de nostalgia. Después del abrazo, Sana le dio un beso en la mejilla, un gesto cariñoso que dejó a Jihyo con una sonrisa. Pero, para Tzuyu, ese beso fue como una puñalada en el corazón. Estaba ahí, de pie, esperando ansiosamente ser reconocida, pero Sana parecía haber olvidado que existía.

Tzuyu miró la escena en silencio, su corazón encogiéndose al ver la conexión entre Sana y Jihyo. Había pasado tantos años escribiéndole, compartiendo sus pensamientos y emociones, que había imaginado que el reencuentro sería diferente. En su mente, había soñado que Sana correría hacia ella, la abrazaría y la miraría con la misma emoción. Pero ahora, al ver cómo Sana centraba toda su atención en Jihyo, la realidad se sentía amarga.

Jihyo, notando la incomodidad de Tzuyu, le hizo un gesto para que se acercara.

Jihyo: "Oye, Sana, mira quién está aquí también. ¿Te acuerdas de Tzuyu?"

Sana se giró hacia Tzuyu con una gran sonrisa, pero en los ojos de Tzuyu, no había el mismo brillo que ella había esperado.

Sana: "¡Tzuyu! ¡Qué alegría verte! Has cambiado mucho también."

Sana la abrazó brevemente, pero el contacto no fue tan cercano como el que había compartido con Jihyo. Tzuyu forzó una sonrisa, ocultando su decepción lo mejor que podía. Se había ilusionado con la idea de que, tal vez, Sana se daría cuenta de que los correos, las palabras y los sentimientos que había compartido durante tantos años no venían de Jihyo, sino de ella. Pero ahora, en este momento, esa ilusión se desmoronaba.

Mientras las tres se alejaban del aeropuerto, Sana continuaba hablando emocionadamente con Jihyo, preguntándole por su vida y por todo lo que se había perdido. Tzuyu se quedó en silencio, caminando a su lado, pero con una sensación de vacío creciendo en su interior.

No era solo que Sana no la reconociera como la verdadera amiga detrás de los correos. Era que, a pesar de todo lo que había compartido, seguía siendo la sombra detrás de Jihyo.

Pero Tzuyu no podía quedarse callada para siempre. Sabía que tenía que encontrar el momento adecuado para decirle la verdad a Sana. Tal vez, cuando estuvieran a solas, podría explicarle lo que había pasado, podría mostrarle que la persona con quien había estado conectada durante tanto tiempo era ella, no Jihyo.

Por ahora, solo podía esperar, aunque su corazón se rompiera un poco más con cada paso que daba al lado de Sana y Jihyo.

EL DILEMA DEL CORAZONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora