CAP 4

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Sana finalmente llegó a Japón, y el bullicio de Osaka la envolvió tan pronto como salieron del aeropuerto. Todo era nuevo para ella: las luces brillantes, la multitud, el olor a comida callejera. A pesar de lo emocionante que era, no pudo evitar sentirse un poco abrumada.

Su familia recorrió la ciudad, visitando templos, parques y mercados. Sana intentó disfrutar cada momento, pero en su mente siempre había un rincón oscuro que no podía ignorar: sus amigas, Jihyo y Tzuyu. Las extrañaba profundamente. Especialmente a Jihyo, que siempre había estado a su lado en los momentos buenos y malos.

Finalmente, llegaron a su nueva casa, y la emoción se mezcló con nerviosismo. La casa era diferente, más moderna, pero sentía que le faltaba algo. Sana comenzó a desempacar sus cosas, organizando sus libros y juguetes. Cerca de su cama, colocó su ordenador, el único vínculo que tendría con su vida anterior.

—¿Necesitas ayuda para conectarlo? —preguntó su padre, asomándose por la puerta.

Sana asintió con una sonrisa, agradecida de tener a su familia a su lado. Con la ayuda de sus padres, finalmente encendió la computadora. El sonido familiar del arranque le trajo un poco de consuelo.

Una vez que todo estuvo listo, se sentó en su cama, sintiendo una mezcla de emoción y tristeza. Abrió su correo electrónico, su corazón latiendo un poco más rápido. Quería hablar con Jihyo, compartir su nueva aventura.

Asunto: ¡Hola desde Japón!

Mensaje:Hola Jihyo,

Acabo de llegar, Japón es muy asombroso. ¿Cómo están allá con Tzuyu? ¿Se están divirtiendo sin mí?

Sana presionó "Enviar" y esperó ansiosamente una respuesta. En el fondo, deseaba que Jihyo se emocionara tanto como ella al leer su mensaje.

Unos minutos después, su ordenador emitió un sonido de notificación. Sana se acercó con el corazón en la garganta. Era de Jihyo.

Hola Sana, estamos bien. Justo venimos de hacer las prácticas deportivas y estoy cansada.

La respuesta de Jihyo fue breve, casi como un golpe en el pecho. No había entusiasmo, ni preguntas sobre su llegada, ni comentarios sobre lo que estaban haciendo. Sana sintió que su corazón se hundía un poco más.

Decidió responder, intentando mantener el ánimo.

Asunto: Re: ¡Hola desde Japón!

Mensaje:Oye, me alegra saber que están bien. Aquí hay muchas cosas para ver. ¡No puedo esperar para contarte más!

Después de enviar el correo, se recostó en la cama y miró al techo. Aunque estaba en un lugar lleno de sorpresas, se sentía sola. La distancia la separaba no solo de sus amigas, sino de un mundo que sentía tan familiar.

Con la esperanza de que Jihyo respondiera con más entusiasmo, Sana se dejó llevar por el cansancio y cerró los ojos. En su mente, podía escuchar las risas de sus amigas, y con un suspiro, se prometió que haría todo lo posible por mantener su amistad, a pesar de la distancia.

EL DILEMA DEL CORAZONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora