EL DILEMA DEL CORAZON

CAP 20

El día del picnic comenzó con un ambiente ligero y lleno de promesas. Sana, con una sonrisa radiante, había decidido salir a disfrutar del día. Tzuyu la acompañó a una pequeña pastelería que recordaba haber visitado de niña, donde su dulce favorito, un pastelito de fresa, la esperaba.

Sana: (sonriendo) "¡No puedo creer que sepas que me encanta este pastelito! Solo se lo había contado a Jihyo en los correos."
Tzuyu: (sonriendo con picardía) "Puede que haya leído algunas cosas. Me alegra que te guste."

La revelación de Tzuyu dejó a Sana un poco sorprendida y confundida, haciendo que se preguntara cuántas cosas más podría saber sobre ella. A medida que compartían ese momento, Sana sintió que el aire entre ellas era más ligero y cálido, pero también se sentía ansiosa por el compromiso que había aceptado con Jihyo.

Sana: (bajando la mirada) "Estoy un poco nerviosa por el compromiso. No sé... a veces siento que estoy atrapada entre dos mundos."
Tzuyu: (inclinándose un poco hacia ella) "No deberías estar nerviosa. El amor es bonito cuando es correspondido. Solo sé tú misma, Sana. Las cosas encontrarán su camino."

La forma en que Tzuyu la miraba le daba a Sana un pequeño destello de esperanza, una sensación de calma en medio de su confusión. Después de terminar su postre, decidieron ir a un arcade cercano. Cuando entraron, el bullicio de risas y el sonido de los videojuegos crearon un ambiente lleno de energía.

A medida que jugaron, Sana se sorprendió al ver la habilidad de Tzuyu en los juegos. Era como si tuviera un talento natural para cada uno de ellos, logrando anotar puntos altos y siempre superando a Sana en cada ronda.

Sana: (riendo) "¿De dónde aprendiste a jugar tan bien? ¡Pareces una profesional!"
Tzuyu: (sonrojándose un poco) "Solo he jugado un par de veces. Pero, ¿sabes? Me gusta ver cómo te diviertes."

La sinceridad en las palabras de Tzuyu hizo que Sana sintiera un cosquilleo en su corazón. Era una conexión que iba más allá de la amistad, algo que empezaba a hacerse evidente, aunque ninguna de las dos se atrevía a verbalizarlo. Sin embargo, su cercanía no pasó desapercibida para Jihyo, quien estaba observando a lo lejos. Con cada risa compartida entre Sana y Tzuyu, Jihyo sentía que un nudo se formaba en su estómago.

Con el tiempo, esa sensación de inseguridad comenzó a crecer dentro de ella. Sabía que el amor era un campo en el que todos podían perder, y el hecho de que su novia pasara tanto tiempo con Tzuyu la hacía sentirse excluida. A medida que el día avanzaba, Jihyo no pudo evitar pensar que quizás había dejado que las cosas se descontrolaran.

Mientras Sana se sumía en su lucha interna, se dio cuenta de que cada rayo de risa compartido con Tzuyu era un recordatorio de la conexión que estaban forjando. Sin embargo, el miedo de perder a Jihyo, su amiga y ahora novia, la mantenía atada a una sensación de culpa.

El día continuó lleno de risas y juegos, pero en el fondo, la confusión y la tensión entre los tres personajes empezaban a crear un ambiente electrizante. Cada sonrisa que compartía con Tzuyu parecía acercarla más a descubrir su verdadero corazón, mientras que el compromiso con Jihyo la mantenía atrapada en un dilema del que no sabía cómo escapar.