El torbellino de emociones que Sana experimentaba la había dejado profundamente confundida. Después de la conversación en el auto con Jihyo, donde notó esas inconsistencias entre la persona que creía conocer por los correos y la realidad frente a ella, y la charla cercana que había tenido con Tzuyu, las dudas sobre sus sentimientos comenzaron a surgir. Sin embargo, lo que más le inquietaba era la conexión cada vez más fuerte que sentía hacia Tzuyu.
Esa tarde, cuando Tzuyu la invitó a tomar un helado, Sana aceptó encantada. Pasearon juntas por las mismas calles que recorrían de pequeñas, pero ahora las cosas parecían diferentes. A medida que pasaban más tiempo juntas, Sana se sorprendía de lo bien que se sentía con Tzuyu, lo fácil que era hablar de cualquier cosa con ella. La sonrisa de Tzuyu tenía un efecto reconfortante, y Sana comenzaba a notar detalles en ella que nunca había visto antes. La forma en que Tzuyu la hacía reír, cómo se preocupaba por ella, e incluso lo guapa que era.
Mientras comían sus helados, Sana no podía dejar de pensar en lo mucho que le gustaba estar con Tzuyu. Había algo en esa cercanía que la hacía cuestionar los sentimientos que había tenido por Jihyo. ¿Acaso esos sentimientos habían sido producto de la distancia y la nostalgia? ¿O había algo más profundo en su relación con Tzuyu que hasta ahora no había considerado?
Esa noche, al llegar a casa, Sana recibió una noticia que la dejó sin palabras: su madre le anunció que los padres de ambas familias habían decidido que ella y Jihyo se comprometieran. Al escuchar esto, Sana se quedó helada. Durante años había idealizado a Jihyo, creyendo que sus sentimientos por ella eran especiales, pero en ese momento, no se sentía emocionada ni satisfecha con la idea. Algo no encajaba, y la conversación que había tenido con Tzuyu esa misma tarde no dejaba de rondar en su cabeza.
Al día siguiente, Jihyo llegó a casa de Sana para hablar con ella y confirmar el compromiso. Sana, aunque aún algo confundida, aceptó la propuesta. Había soñado con esto durante tanto tiempo que decir que no no parecía una opción. Sin embargo, en el fondo de su corazón, no podía entender por qué no sentía la felicidad que esperaba.
Durante la conversación, también estaba presente Tzuyu, quien se mantuvo en silencio, observando desde un rincón. Aunque su corazón se rompía por dentro, Tzuyu sonrió y felicitó a sus amigas. Sabía que tenía que apoyarlas, incluso si eso significaba esconder sus propios sentimientos.
Tzuyu: (sonriendo con esfuerzo) "Felicidades a las dos. Me alegra que todo esté yendo bien."
Después, Tzuyu les sugirió que fueran de picnic al día siguiente para celebrar. Sana aceptó rápidamente, aunque Jihyo, con sus compromisos de voleibol, no podría asistir.
Jihyo: (mirando a Sana con una sonrisa) "Sanashie, tú ve con Tzuyu. Yo tengo entrenamiento, pero estoy segura de que se divertirán."
Al escuchar esas palabras, especialmente el "Sanashie", algo se removió en el corazón de Tzuyu. Era un apodo que había utilizado en los correos, cuando le escribía a Sana en nombre de Jihyo. Cada vez que escuchaba a Jihyo pronunciarlo, le dolía profundamente, como una pequeña punzada en el pecho. Sana, sin embargo, notó el cambio en la expresión de Tzuyu, aunque no dijo nada en ese momento.
Mientras planeaban el picnic, Sana no podía evitar pensar en lo diferente que se sentía al estar con Tzuyu. Jihyo era importante para ella, pero había algo en Tzuyu que la atraía de una manera completamente distinta, algo que ni siquiera ella misma podía explicar. El día siguiente sería una oportunidad para pasar más tiempo juntas y, tal vez, aclarar un poco sus confusos sentimientos.
ESTÁS LEYENDO
EL DILEMA DEL CORAZON
FanfictionLa amistad de Sana, Jihyo y Tzuyu se tambalea cuando Sana se muda y comienza a intercambiar correos con Jihyo. Sin saber que Tzuyu responde en secreto, Sana alimenta un amor oculto. Años después, su regreso desata una tormenta de emociones y secreto...