CAP 9

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El paso del tiempo había traído consigo cambios para Jihyo y Tzuyu. Aunque su amistad seguía intacta, la frecuencia con la que se veían había disminuido. Jihyo, con su creciente popularidad gracias a su talento en el voleibol y su belleza deslumbrante, se convirtió en el centro de atención en la escuela. Chicos y chicas de diferentes grados hacían fila para intentar ganarse su corazón, pero ella, aunque halagada, se sentía agobiada por las constantes propuestas.

Jihyo: "Es agotador, Tzuyu. No entiendo por qué no pueden aceptar un simple 'no'. ¡Solo quiero concentrarme en el voleibol y mis estudios!"

Tzuyu: "Lo sé, unnie. Pero tienes que admitir que es difícil resistirse a tu encanto. Deberías ser más directa con ellos."

Jihyo: "A veces siento que solo ven mi apariencia. Quiero que alguien se interese por mí como persona, no solo por lo que ven en el exterior."

Tzuyu siempre estaba a su lado, apoyándola en todo lo que hacía. Se habían vuelto inseparables, y las tardes que pasaban juntas en la piscina se convirtieron en su pequeño refugio. Cuando no había entrenamientos, solían nadar y jugar en el agua, dejando atrás las preocupaciones de la escuela y la vida cotidiana.

Una tarde, mientras se secaban al sol después de nadar, Tzuyu decidió romper el hielo sobre el tema que había estado rondando su mente.

Tzuyu: "¿Alguna vez piensas en los chicos que te siguen? No quiero que te sientas presionada, pero creo que hay uno que realmente podría gustarte."

Jihyo: "¿De verdad? ¿Quién de todos? No tengo tiempo para pensar en eso, con los entrenamientos y las competencias. Y no creo que sea el momento adecuado."

Tzuyu: "Es solo que, a veces, te veo tan estresada. No quiero que te olvides de cuidar de ti misma. La felicidad no solo viene del voleibol."

Jihyo sonrió y le dio un suave empujón en el agua.

Jihyo: "Eres la mejor, Tzu. Siempre estás pensando en mí. Pero de verdad quiero concentrarme en ser la mejor jugadora que puedo ser. La temporada de voleibol está a la vuelta de la esquina."

Con el tiempo, Tzuyu se convirtió en la persona a la que Jihyo acudía en busca de apoyo durante los días de exámenes, especialmente cuando se trataba de matemáticas. Juntas, pasaban horas revisando fórmulas y resolviendo problemas, mientras se reían y compartían anécdotas de sus días.

Jihyo: "¿Cómo es posible que aún me cueste tanto entender esto? ¡Tú eres una genio!"

Tzuyu: "Solo lo hago porque me importa. Además, siempre he pensado que lo más importante es tener una buena base. Vamos, lo tienes. Solo sigue practicando."

A pesar de las distracciones de la vida, la amistad de Tzuyu y Jihyo florecía. Ambas sabían que, sin importar lo que sucediera, siempre tendrían a alguien con quien contar.

EL DILEMA DEL CORAZONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora