black roses 𖦹 ben bestia

𝜗 𝒄hapter 𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕 𝜚

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✩ˑ ━━ ❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓔𝐈𝐆𝐇𝐓 ❜ ┊ೃ
¡  𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒑 !

Al despertar de la inconsciencia, un fuerte dolor de cabeza comenzó a molestarme en cuando abrí los ojos y más cuando la luz de día me golpeó. Pero no le di importancia, me era más importante saber dónde diablos estaba metida en estos momentos. Olía a mar, y a... a mar. Podía oír las olas de este mismo y algunas gaviotas. Entonces cuando mi vista mejoró y dejó de estar borrosa, pude percatarme de que estaba en un barco, y yo estaba atada al palo de mesana, el palo más cercano a popa. Mi cuello dolía con el infierno supuse que se iba para adelante al no tener de que recostarse cuando estaba inconsciente. Observé el lugar para confirmar que estaba en un puerto.

—Ey. —escuché la voz de Caín a un lado de donde estaba atada y lo miré—. ¿Estás bien? —preguntó preocupado, como si le importara. No tenía que preguntar para saber qué esto era obra de él. Era obvio—. Pensé que no despertarías, no creí que te golpearían tan fuerte. —se acercó a mí e hizo un ademán de tomar mi mejilla seguramente para revisar mi nuca, pero no deje que me tocara y él al presentir mi molestia, se alejó—. Lo siento.

—¿Qué hago aquí? —quise saber. Esto no me daba buena pinta y estaba segura que era obra de nada más y nada menos que de mi madre. Tenía ojos en todas partes, no me sorprendería que supiera que estaba aquí. Aunque traté de ser lo más cuidadosa posible.

Unos pasos contra la madera del barco se oyeron y cada vez más cerca. Se dirigían hacia aquí. Cuando creí que mi madre aparecía con una malvada sonrisa, una chica morena y de pelo largo trenzado y turquesa tomó su lugar. Me miró con diversión y le hizo una seña a Caín para que nos dejara a solas. Este miró con los ojos entrecerrados a la morena y ella bufó.

—A tu enamorada no le pasará nada, solo quiero charlar. —aseguró de inmediato—. Ya largo o hago que te tiren por la borda.

Caín aún desconfiado se fue a paso lento y cuando estuvimos solas la chica sonrió. Intenté recordarla de algún lugar o encontrarle parentesco a uno de sus padres, madre conocía a los padres de todos estos niños así que yo también debía conocerlos, pero ella no me venía de ningún lado.

—No se apartó de tu lado en ningún momento. Y eso es extraño porque fue él quien se ofreció a encontrarte para entregarte. —soltó la información de golpe, viéndome fijamente para ver cómo reaccionaba ante lo dicho.

—Adivino, Gothel está detrás de todo.

Ella soltó una risita. —Eres lista. —me señaló—. Pero no lo suficiente. —la mire ofendida—. De serlo lo suficiente habrías descubierto a tiempo que esto era una trampa. —se encogió de hombros—. Y caíste redondita. Cuando él dijo que te tendría justo en la palma de su mano, no le creí. Lo subestimé. —negó con una sonrisa plasmada. Ya me estaba hartando.

Caín no era alguien de fiar. Jamás lo fue. Aún así, yo constantemente confiaba en él, y él siempre lograba defraudarme, como ahora al entregarme a la mujer que por tantos años mucho daño me causó. Caín era una maldita serpiente que solo pensaba en sí mismo. Aún así, no podía dejarle toda responsabilidad a esa rata, ya que gracias a mi descuido yo sola me había metido a la boca del lobo. Era obvio que Caín no había aparecido por mera casualidad.

—¿Qué ganan ustedes con esto? —pregunté evitando mirar a Caín que nos observaba en la lejanía.

—Tu madre ofreció dinero. Claro que no iba a rechazarlo. Y tener que tenerte atada aquí hasta que ella llegue no me cuesta nada. —volvió a encogerse hombros—. Ponte cómoda. No creo que tarde. —me guiño un ojo y después se fue, dejándome ahí.