𝜗 𝒄hapter 𝒔𝒆𝒗𝒆𝒏 𝜚

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✩ˑ ━━ ❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓢𝐈𝐗 ❜ ┊ೃ
¡ 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒓𝒖𝒆  !

























Caín y yo pudimos finalmente encontrar las respuestas a todas las pistas. Caín caminaba a mi lado, guiándome finalmente a la cueva de aquella persona.

Mi estómago estaba revuelto del nervio. Finalmente iba a saber quién era mi padre, mi sueño desde hace más de ocho meses. Al fin sabría quién era mi progenitor. Estaba más que emocionada, pero sobre todo nerviosa. Y era inevitable la ansiedad. Ya que había quedado sin uñas y mis labios estaban sangrando debido a que me había quitado los cueritos.

La caminata se me había hecho eterna, lo que me provocaba unas enormes ganas de vomitar. Porque, ¿y qué tal si no soy lo que él esperaba? Nunca fui lo que madre esperaba, y aunque no quería llenarme la cabeza de malos pensamientos, no podía evitar pensar en el dolor de cabeza que le cause a madre. Podía provocárselo a él también, pero él me echaría patitas a la calle. Putos pensamientos negativos.

—Aquí es. —la voz de Caín me sacó de mis pensamientos y volteé a ver el lugar donde habíamos parado. Literalmente era una cueva con una reja donde estaba dibujada un calavera—. Aunque, estoy pensando que no es el lugar correcto.

—¿Por qué lo dices? —pregunté al ver la confusión plasmada en su rostro.

—Gone, ¿si sabes quién vive aquí, verdad? —me miró serio y lo volví a mirar el lugar para ver si me ubicaba pero nada llegaba a mi mente, volteé a Caín y al negar él suspiró—. Hades. ¿Mantuviste contacto con el dios del inframundo todo este tiempo?

Joder. La suerte parecía no estar de mi lado. O eso creía. ¿Acaso Hades no es bueno? Quiero decir, me quiere ayudar a encontrar a mi padre. Eso dice mucho de él.

—Sí, ¿qué tiene? ¿Quién es él?

—A veces se me olvida que no sabes nada de aquí y me parece ilógico ya que es donde viviste toda tu vida. —me miró con aburrimiento—. Solo entra y lo verás. Te espero aquí.

Mire a Caín insegura pero él ya había abierto las puertas para mí. Suspiré, recobrando valor para entrar.  Mientras más me adentraba, podía oír cada vez más la música que resonaba desde adentro. Eso me tranquilizó un poco ya que la música era agradable. Supuse que él también lo sería.

Al llegar a la entrada, desde arriba se podía ver todo el lugar, incluido a la persona que supuestamente iba a ayudarme, mejor conocido como Hades. Estaba distraído y cuando bajé las escaleras estas rechinaron fuertemente, llamando su atención. Cuando se volteó tenía el ceño fruncido pero al verme, su expresión cambió drásticamente.

—Ya era hora. Apresúrate, ven. —me hizo una seña para me acercara. Dudé por un momento, pero por la curiosidad terminé quedando a su lado—. No recibo muchas visitas, por eso el desorden. No importa. Ponte cómoda, querida. —dijo desapareciendo por un milisegundo, para luego volver a reaparecer y sentarse a mi lado.

Observe al hombre que estaba a mi costado con curiosidad para nada disimulada. Todo en él llamaba mi atención, pues él tenía información que me serviría de alguna manera. Pero no era solo eso, había algo más. Era un sentimiento familiar.

—¿Nos conocemos? —pregunté finalmente. Eso provocó una sonrisa en Hades.

Se acomodó en el sofá, abriendo sus piernas para mayor comodidad. Me miró intensamente analizando cada una de mis facciones, cada uno de mis movimientos. La espera me estaba matando, así que abrí mis brazos como señal de que ya era hora de que hablara.

—¿Tú a nosotros? —negó con la cabeza—. ¿Nosotros a ti? —hizo como se la pensó—. Tal vez. —sonrió macabramente.

—¿Nosotros? ¿A qué te refieres con nosotros? —fruncí el ceño, acomodándome de lado para mirarlo mejor.

Hades mantuvo su tonta sonrisa lo cual solo me dieron ganas de romperle la cara. No podía perder tiempo y este payaso parecía estar jugando conmigo.

—¡Habla ya!

—Tu madre tal vez te educó y crió a su imagen, pero eres igual de mierda que él. —se quejó levantándose de su asiento para acercarse a una mesa que estaba llena de botellas y llenó un vaso con un líquido extraño. Alcohol.

Desvié la mirada de él en cuanto se bebió todo de golpe y tiró el vaso al suelo provocando que se rompiera. Después comenzó a beberse las otras botellas.

—¿Lo conoces? A mi padre.

—Cielo, todo mundo conoce a tu padre menos tú. —al decir lo último de comenzó a reír como desquiciado—. Es tan divertido... —rio— ver como te partes la cabeza por saber quién es. No eres tan lista como pensé. —negó mirándome de pies a cabeza con desaprobación—. Hasta Maléfica tuvo fe en que lo sabrías más rápido.

—¿Qué? ¿Ella también lo conoce? —Hades rio nuevamente—. Deja de joderme y dime de una buena maldita vez que es todo esto. —lo señalé mientras lo miraba enfurecida—. No quieras hacerme enojar.

—Uy si, mira que miedo tengo. —tembló falsamente y lo fulminé con la mirada—. Bien, bien, bien. Tu padre y yo no somos muy amigos que digamos, pero estamos para el otro cuando lo necesitamos.

»A tu madre, sabes cómo es. Le gusta mucho el poder. Y tu padre, es muy poderoso. —hizo una pausa—. Tu madre te arrebató de sus brazos al darse cuenta del poder que tenías corriendo por tus venas. Eso lo destrozó, y lo debilitó. Por eso, nos convenció a Maléfica y a mí de hacer un plan para que volvieras con él. Ella ya hizo su parte. La mía, es esta.

Abrió su abrigo y de allí sacó un papel todo viejo, roto y arrugado. Al abrir descubrí que era otro mapa. Que manía con los mapas.

—¿Grecia? —lo miré extrañada.

—Él te espera allí. No tardes, no le gusta la impuntualidad. —asentí y el silencio que nos invadía me sirvió como señal de que ya debería irme—. Ah, y niña. —detuve el paso y volteé a verlo—. Cuídate de ese muchacho. No creo que sea quien dice ser.

Analicé las palabras de Hades, dudando si tomármelas en serio o si me estaba jodiendo. Este mismo solo me dió la espalda y desapareció. No sabía si creerle, pero ¿como él sabía que Caín estaba conmigo? Quería creer en Caín, después de todo, hicimos promesas. Yo le hice una promesa, de que lo sacaría de aquí. No creo que se ponga en otras cuando me suplico que lo ayudara.

Aunque, después de todo, era hijo de un engañoso.

Salí de esa cueva con mis pensamientos hechos mierda. Caín ya estaba esperándome e iba a acercarme a él, hasta que un dolor de hizo presente en mi nuca, y caí al suelo. Antes de que todo se tornara negro, Caín me pidió disculpas con la mirada.

























✩ 𝓒𝐎𝐑𝐀𝐋 𝓝𝐎𝐓𝐄:
—holis otra vez, cuéntenme, cómo encontraron mi historia, me da curiosidad 😃

black roses   𖦹   ben bestia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora