black roses 𖦹 ben bestia

𝜗 𝒄hapter 𝒔𝒆𝒗𝒆𝒏 𝜚

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✩ˑ ━━ ❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓢𝐄𝐕𝐄𝐍 ❜ ┊ೃ
¡  𝒔𝒕𝒂𝒚 𝒉𝒆𝒓𝒆 !

Salí de la biblioteca con el libro en mano que llevaba leyendo hace menos de una hora, sin conseguir la información que realmente buscaba. Así que caminaba con una mueca desilusionada hacia mi casillero para cambiar mis libros para mi siguiente clase, aunque estaba considerando saltármela. Mucha información por hoy. Realmente me interesaba saber sobre aquella voz.

En fin, terminé mi investigación y mi suposición de quien podría ser el dueño de aquella voz y de quién era mi padre. Madre jamás me había ni una mísera pista de quién podía ser así que me las tenía que ingeniar. Entre mis opciones estaba... nadie.

Perfecto.

Al llegar a mi casillero lo abrí y dejé el libro entre los otros que tenía ahí. Tomé los cuantos libros que necesitaba para Arte y Cocina. En esta clase si prestaría máxima atención pues todo lo que metía la horno terminaba quemado. Cosa que a madre no le gustaba. Y yo pagaba, y bla bla bla.

Pegué un salto cuando un golpe resonó contra los casilleros. Bajé la mirada para encontrarme con la mirada verdosa de Flynn. Este de inmediato se levantó y me tomó de la mano sin darme chance de nada, para arrastrarme fuera de la vista de todo y de todos. Me estrelló contra una pared y me sostuvo las manos mientras se asomaba para ver a un lado de la pared.

—¿Qué estás..? —Flynn me puso la mano en la boca para que dejara de hablar, así que lo fulminé con la mirada.

—¡Flynn Fitzherbert! —oí la voz de Rhaena exclamar de la furia. Flynn se apegó más a mí cuando la ahora azulada Rhaena pasó a un lado de nosotros sin siquiera notarnos, caminando realmente enojada.

Flynn reprimió una carcajada y volvió a arrastrarme con él, esta vez fuera de la preparatoria. Nadie se dio cuenta de nuestro escape así que nos fue más fácil nuestra salida. No sabía porque mis pies no se detenían cuando quería hacerlo. Ellos simplemente seguían a Flynn. Fue cuando este dejó de correr y pude notar que estábamos en el bosque. Muy lindo y verdoso.

—Eres un... —detuve mi habla para poder respirar. Estaba muy agitada y mi corazón iba muy rápido por la carrera.

Flynn solo se empezó a carcajear sin poder controlarlo. Hasta lágrimas empezaron a salir de sus ojos. Giré los ojos tratando de relajarme y controlar mi respiración y mi palpitar. Me sostuve de un árbol en lo que respiraba más tranquila. Pero la risa de Flynn —estaba muy segura— resonaba por todo el bosque.

—¡Eso fue fantástico! Hay que hacerlo otra vez. —paró de reír para decirme aquello con la emoción desbordando.

—¿Estás demente? Casi se me sale el corazón. —Flynn volvió a reírse y yo por molestia lo golpeé con mi hombro al pasar a su lado con la intención de regresar.

—¿Adonde vas? —me preguntó tomándome de la muñeca para que me detuviera y enseguida me separé al sentir ese conocido escalofrío. Solo que este era diferente a los demás, se sentía electrificante. Flynn me miró extrañado, pero no dijo y nada y se acercó a mí cuando di un par de pasos hacia atrás—. Escucha, no puedes volver. Las clases ya comenzaron hace más de 20 minutos, te van a castigar por la tardanza.

—Voy a matarte. —él me miró indignado, pero para nada preocupado por mis palabras porque estaba seguro que no hablaba en serio—. ¡Iba a tener mi primera clase de cocina, joder! Me la voy a perder por tu culpa.