black roses 𖦹 ben bestia

𝜗 𝒄hapter 𝒕𝒉𝒓𝒆𝒆 𝜚

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✩ˑ ━━ ❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓣𝐇𝐑𝐄𝐄 ❜ ┊ೃ
¡  𝒄𝒓𝒂𝒛𝒚 𝒊𝒅𝒆𝒂 !

No me quedo más remedio que saltarme mis siguientes clases o sino no me habría dado chance de hornear y preparar la comida que le había prometido a Ben. Así que puse todo en la pequeña canasta y me puse en marcha hacia el punto donde nos reuniríamos para nuestra cita.

Amaba las citas. Específicamente mis citas con Ben. Siempre la pasamos bien y era un hermoso momento donde no teníamos preocupaciones y solo éramos nosotros. Desde hace muchos tenemos poco momentos así, por lo que tratamos de aprovechar cada segundo con el otro lo más posible.

Cuando llegué me apresuré a ordenar todo para que se viera bien bonito. Suspiré tratando de recuperar el aliento al apresurarme a acomodar todo lo más perfecto posible. Al ya tener todo en la mesa listo, me quedó esperar a Ben a que llegara, el cual gracias a dios no tardó.

Dejando un beso en mis labios como siempre lo hacía al aparecerse y al irse, tomó mi mano y me llevó hasta mi asiento para abrir la silla para mi y que me sentara. Le agradecí con una dulce sonrisa y él corrió hasta su asiento.

—Se ve muy delicioso todo. —relamió sus labios y yo reí.

—¿Quieres? Es tu favorito. —dije tomando uno de los tantos aperitivos sobre la mesa y se lo extendí cuando él asintió como respuesta a mi pregunta. Abrió la boca y yo llevé el dulce a esta para que pudiera comerlo.

Ben cerró sus ojos degustando el dulce y yo celebré emocionada como nunca. Ese dulce en específico era bien difícil de hacer y se me quemaron varios, por desgracia. Por otra parte, pude salvar al menos cinco y estaba más que feliz de que a Ben le gustaran.

—Es lo mejor que he comido. —habló aún con la boca llena. Me dedicó una pequeña sonrisa que hizo a mi corazón saltar.

—¿Te gusta? —pregunté como si no lo supiera y él se inclinó hacia mi a dejarme un besito. Ah, y también para agarrar otro.

—Es más que eso. Un doble gusto. Esto me encanta. Gracias, cielo. Eres la mejor. —tomo mi mano sobre la mesa—. De veras que necesitaba esto. —se echó para atrás soltando un largo suspiro—. Lo necesitaba. Y a ti también. No sabes como te extraño.

Sonreí más que contenta con sus palabras y acerqué mi silla a la de él. Ben me rodeó los hombros con sus brazos y acercó sus labios a los míos, dándome un beso que alteró todos mis sentidos posibles.

—¿Y te sorprendí?

—Claro que me sorprendiste. Son los platos que la Sra. Potts cocinó para mis padres. —asentí con un sonidito—. ¿Cuanto te llevo? ¿Tres días? —trato de adivinar y yo solté una risita nerviosa.

Hace dos horas, cariño. Y todo me salió deli 😜

—No es relevante. —le reste importancia con un movimiento de manos y aunque Ben creyó que no lo vi, entrecerró los ojos pero solo por un milisegundo.

—Mmhm. Bueno, está todo riquísimo. —se inclinó sobre la mesa—. Significa mucho que hicieras todo esto por mí. Especialmente con toda la locura que viviste y aún vives. —al decir lo último me vio con ojos lastimeros y acarició mi mejilla con dulzura—. Quisiera tener el poder para ayudarte.