—Ey. —miré a Jay a mi lado, el cual estaba mirándome con preocupación—. ¿Estás bien?
—¿Lo oyes? Dime que lo estás oyendo. Por favor. Jay, dime que lo oyes también. —él frunció el ceño y se preocupó más al ver y sentir como lo tomaba con fuerza de los brazos.
—¿Oír qué? Gone.
No me estaba volviendo loca. No podía estarme volviendo loca. Debía ser algo que había consumido. Aquí hay muchas cosas raras. O debió ser algo que olí. Pudo ser Ben también. Aunque mi sospechoso principal era Auradon. No me creía eso de que aquí no se podía usar magia. Por ejemplo, estaba segura que Ben me había hechizado con algo para que me sintiera románticamente atraída por él. Así que de alguna manera, alguien me había hechizado para joderme con esa voz.
—Gone, ya dime qué sucede. Estás asustándome. —dijo el unigénito de Jafar, revisándome de pies a cabeza.
—Es esa voz. No sé qué hacer para que se detenga. No sé quién es. Estoy volviéndome loca, Jay. Tienes que ayudarme. —él asintió rápidamente.
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—Ya búscate libros de control mágico mental.
—Sí, pero ninguno de esos libros decía nada. Los leí todos y no decían más que era magia de un ser muy poderoso y que la única manera de romper ese vínculo era con la varita del Hada Madrina. —gire los ojos soltando un bufido mientras de recostaba en los estantes.
Jay miró el gran estante lleno de libros. —¿Qué más podría ser?
—Puede ser un pedido de ayuda también. —una voz femenina llamó nuestra atención y volteamos de inmediato a ver una chica morena—. Lo siento, no pude evitar escuchar su conversación.
Jay y yo nos miramos extrañados pero no lo demostramos. Le pregunté con la mirada si la conocía de algún lado pero él negó. Así que entonces miramos de nuevo a la chica que esperaba que dijéramos algo.
—¿Y tú quién eres?
—Cierto. No me he presentado. Soy Thena. —dijo esperando que la recordáramos de algún lado—. ¿No? Thena de Maldonia. Hija de... Tiana y Naveen. —mi mejor amigo y yo volvimos a negar y ella suspiró—. ¿Los que se convirtieron en sapos?
—¡Oh, sí! Ya sé quién eres. Esa historia fue buenísima. —exclamó Jay riendo.
—No fue una historia, pasó de verdad. —Thena habló con una expresión seria, lo que hizo que Jay dejara de reír—. No importa, no me afecta la verdad. —se encogió de hombros—. Ese no es el tema. ¿Oyes voces? —me miró curiosa.
Yo miré a Jay, preguntándole si estaba bien decirle acerca de todo lo que estaba pasando y él me miró incrédulo. Su mirada literalmente decía; 'no te pases, la tipa ya escuchó todo, que le vas a decir que todo fue mentira. Te pasas de veras'.
—No le diré a nadie. —habló ella otra vez, llamando mi atención—. No tengo de todos modos a quien decirle. —sonrió triste.
Jay y yo volvimos a darnos una mirada y nos asentimos al otro. Tomamos a Thena de ambos brazos y la llevamos hasta una mesa y nos sentamos frente a esta. Thena nos miró confundida y empezó a procesar la información que estaba diciéndole.
—Bien. Sospechas que es tu padre. —asentí—. Pe no sabes quién es, ni dónde está. —asentí y ella siseó—. Tú sí que estás salaita, mamita. —solté un quejido mientras me soltaba en el respaldar de ella silla—. Pero no hay que ponerse así. Yo voy a ayudarte.
—¿Y cómo? —preguntó Jay y Thena le sonrió.
La morena se acomodó en su asiento y colocó sus codos por sobre la mesa. Abrió sus palmas y me hizo una seña de que hiciera lo mismo. Copié su acción y coloqué mis palmas sobre las suyas.
—Cierra los ojos. Inhala y exhala. Respira profundo y con calma. Necesito que te concentres. —hice todo lo que ella me dijo que hiciera mientras que Jay observaba todo interesado—. Puede que sea extraño, pero no te asustes. Mamá me enseñó a hacer estas cosas.
—¿Tiana? —pregunté abriendo los ojos.
—No. Mamá Odie. Te dije que cierres los ojos. —me dio un manotazo y ante el golpe cerré los ojos—. Relájate y concéntrate.
A los segundos mi cabeza comenzó a dar vueltas sin parar y tuve unas inmensas ganas de vomitar. Parecía como si ella estuviera en mi cabeza o trataba de entrar y por eso dolía.
—Ahí esta. Lo veo.
—¿A quién? —pregunté con los ojos cerrados.
—No lo sé. Pero... tiene una conexión contigo. Es... familiar. Hogareño. Paternal. Está buscándote. Y está desesperado. —sentí su angustia en su voz—. Por eso te llama, esperando que le respondas. Que lo encuentres también.
El dolor desapareció y el mareo también. Cuando abrí los ojos todo estaba borroso pero a los segundos todo volvió a la normalidad.
—Es mi padre. —dije asombrada.
—Al parecer lo era. —habló Jay, tomándome de el hombro como apoyo.
—¿Viste algo más? ¿Su nombre o donde esta? —pregunté a la morena y ella negó.
—Lo siento, pero no llego tan lejos. Quisiera ayudar más pero...
—Hiciste suficiente. Muchas gracias. Soy Gone. —le sonreí y ella me devolvió la sonrisa cambiando su expresión de lamento.
—Un gusto Gone.
✩ 𝓒𝐎𝐑𝐀𝐋 𝓝𝐎𝐓𝐄: —sé q no hablo mucho de la voz q molesta a Gone así que hice este cap q en realidad es un extra, pa q sepan quién es. hagan su lista de quién creen q podría ser el papi de Gone
