El corazón de Davos late desenfrenado, mientras trata de que su inexperiencia no sea palpable. Ha besado a mujeres antes, mas esto no es semejante, para nada, todos los besos solían ser estando demasiado ebrio, y normalmente, al día siguiente, no recordaba nada, por lo que no podía preocuparse sobre si sus besos habían sido buenos o no. Pero ahora, ansía que Aeron, incluso con su evidente ebriedad, pueda recordarlo, que no le suceda como a él mismo y termine olvidando todo. Y los sentimientos que hay de por medio hacen de este beso algo único.
Aeron se mueve torpemente, su mano temblando mientras acaricia delicado sus cabellos azabaches, sus labios rosadas e inexpertos esforzándose de más para causar una buena impresión y salvarlo de la vergüenza, y es que al parecer ni siquiera el alcohol puede borrar todo rastro del enorme orgullo de Bracken. Mas a Davos no podría importarle menos, se siente en una nube, lleno de una plena felicidad, sintiendo que tras tanto tiempo todo está bien, y ellos dos pueden avanzar, continuar como están. Y le parece tan perfecto.
De pronto, es obligado a separar sus labios de los de su acompañante, al percibir desde las sombras de los árboles unas extrañas figuras dirigiéndose hacia ellos, gritando el nombre de Aeron, una y otra vez. Y entonces, el pánico lo invade. El verse descubierto con las manos en la masa por algún Bracken lo aterroriza, y pronto, empujando el pecho del otro chico, se separa, y sin poder decir nada, corre en dirección a Raventree Hall, huyendo como un cobarde. Con la protección de los árboles y la lejanía, se gira una única vez en dirección a Aeron, donde lo ha dejado. Reconoce el rostro de Amos Bracken, el maldito, según su padre.
Y los hombres que lo acompañan supone que se trataran de su Padre y primos, y un nudo en su garganta se forma entonces, creando un malestar insoportable.Ha dejado a un ebrio e indefenso Aeron a merced de sus violentos familiares.
Amos, con expresión iracunda, propina una bofetada a Aeron, quien a causa de su estado se tambalea y cae al suelo, provocando varias raspaduras en las palmas de sus manos, y sin un atisbo de piedad, Aeron es fuertemente tomado por la muñeca y llevado a rastras hacia Seto de Piedra. Davos se mantiene allí, observando horrorizado la escena frente a sus ojos, sus pies se mantiene fijos en su lugar, incapaz de moverse. Por estas razones es por las que todo le sale mal, una y otra vez, es un cobarde, jamás se atreverá a hacer frente a sus mayores miedos, y por mucho que ha tratado de evitarlo, su cobardía ha afectado a Aeron de nuevo.
[...]
—No me lo puedo creer, Davos...
Alysanne luce de lo más decepcionada, con un pronunciado ceño fruncido, de brazos cruzados y mirada asesina. Se mantiene sentada en su cama, con sus ropajes de dormir. No parece molestarle para nada el haber llegado en mitad de la noche y aporrear su puerta, sino lo que le ha contado a continuación. Davos, por su parte, mantiene su mirada clavada en el suelo, tratando de que sus propias lágrimas no sean visibles, se arrepiente, se arrepiente tanto de haber huido, y la sutil sensación de los labios de Aeron sobre los suyos y su dulce aroma mezclado con el alcohol que perdura en sus ropas, tan sólo lo hacen sentir aún peor. Lo ha usado para después desecharlo como si nada, como hizo años atrás.
—Tenía miedo y no lo pensé. Sólo pensaba en salvarme de cualquier Bracken que pudiera descubrirnos, y lo dejé allí, sólo, como si nada... Era huir o enfrentarme a una muerte segura.
—Lo comprendo. ¿Pero él lo hará?
—No lo sé, temo que le hayan hecho algo terrible... si tuviéramos la oportunidad de volver a vernos, sé que él no querría dirigirme ni media palabra.
—Debemos pensar en algo, debes hablar con él y disculparte como es debido.—Alysanne acaricia sus cabellos, buscando brindarle algo de apoyo en estos momentos.—Incluso si él se niega a perdonarte, o no quiere volver a hablarte, no está de más intentarlo.
—Tienes razón.—dice, tratando de secar sus lágrimas.
[...]
Los brillantes colores amarillo y rosa desentonan con las lúgubres tonalidades de su alrededor, un contraste digno de admirar. Davos recoge flores como si no hubiera un mañana, parece que el tiempo le falte y nadie en Raventree Hall comprende sus razones. Excepto su prima, por supuesto, pero ella se mantiene en silencio, tratando de actuar tan extrañada como el resto de familiares.
—¿Acaso hay alguna doncella de la que deberías hablarnos?—reconoce de inmediato la voz de Benjicot, quien se mantiene detrás de él a una distancia prudencial, observando con interés como recolecta flores.
—¿Eh?
—¿Para quién son las flores, Davos?
Y tal y como Alysanne sugirió la noche anterior, dice:—Hay alguien, sí, mas Padre no puede saber de ella, aún no. Iré a darle las flores, ¿me cubres?
Benjicot mira a su alrededor, comprobando que no hay nadie a su alrededor que pueda ser testigo de aquella conversación.—¿Me darás algo a cambio?
—¿Convencer a Padre de que te otorgue una nueva daga?
—Perfecto. Cuenta conmigo.
Davos sonríe satisfecho, y tal y como solía hacer años atrás, revuelve los oscuros cabellos de su hermano menor, en un gesto de fraternidad y agradecimiento, antes de marchar. Escucha en la lejanía los reclamos de Benjicot, al igual que la amenaza de que, si no cumple con su parte del trato, le contará absolutamente todo a su progenitor.
El mayor no puede evitar reír divertido ante el aún inmaduro comportamiento de su hermano.Aunque sus pensamientos pronto regresan a Aeron, preguntándose si realmente podrá darle este obsequio.
No sabe lo que aquellos hombres han hecho con él, quizá ahora su amado se encuentre sin fuerzas, indefenso y demasiado herido, sometido a una leche de amapola para que no sufra de más, postrado en una cama. Y aquello le provoca escalofríos, pensando como a su familia podría no importarle tener a Aeron en ese estado. Ahora que la matriarca de la familia Bracken ha fallecido, estos parecen haber perdido toda compasión y cordura. Ha llegado un punto en el que no puede evitar aborrecer de la misma forma que Samwell a aquella familia, exceptuando a Aeron, por supuesto, todos ellos han hecho de la vida de su amado, incluso la suya misma, una tortura, algo imposible. Si Aeron tuviera otro apellido, —Blackwood, por ejemplo— apuesta a que lo habría visto sonreír más a menudo, su piel pulcra sin ser arruinada por heridas y cicatrices provocadas a través de una violencia entre familiares. Pensar en Aeron viviendo junto a él en Raventree Hall, siendo dichosos en compañía del otro, Davos siendo Lord y él su consorte, entrenarían juntos, Aeron siempre jactándose cada vez que logre vencerlo, pasar las tardes charlando bajo el arciano, poder regalarle lirios miles de veces, volver a besar sus labios... todo eso suena tan perfecto.Una vez arriba a Seto de Piedra, se esconde bajo los matorrales, esperando verlo. Aquello no sucede, observa al ganado pastar, algunos hombres pasar, pero ni rastro de él.
Y aquello le hace sospechar lo peor.
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Enredador | Davron
FanficDonde Davos Blackwood es un niño de lo más enredador, y todo lo que ansía es llamar la atención del pequeño Aeron Bracken. O donde Davos comete una nueva travesura y esta vez enreda a Bracken y lo hace sufrir las consecuencias junto a él.