En un mundo donde los Omegas son destinados a la esclavitud y los Alfas dominan la sociedad, la familia Jeon, liderada por los poderosos Kwan y Hye, mantiene su prestigio a cualquier costo. Ocultan a su hijo menor, Jimin, un Omega, para evitar que s...
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Todos almorzaban en silencio, pero Tae no podía dejar de pensar en por qué Jungkook lo había ignorado.
El ruido afuera de la mansión llamó su atención, y se apresuró a abrir la puerta, esperando que solo fuera Jungkook quien entrara. Sin embargo, al abrirla, lo que vio fue a Jungkook entrando con una alfa, quien tomaba su brazo entre risas. Ambos alfas cruzaron el umbral, ignorando completamente al omega, mientras se dirigían al comedor.
Tae solo pudo observar, con una sensación de incomodidad creciente, cómo se acercaban a la mesa. Sabía muy bien quién era esa alfa. La conocía desde que eran niños, y nunca se habían llevado bien.
Cuando Tae iba a cerrar la puerta, una voz lo detuvo.
—Oye, aún falto yo —dijo una voz entre risas.
Tae se sorprendió al ver al primo de Jungkook, Bogum, que solía visitar solo una vez al año.
—Lo siento, joven Bogum, no lo vi —se disculpó rápidamente, bajando la cabeza.
—Estás... mucho más hermoso que antes, Tae —dijo el alfa, levantando el rostro del omega y girándolo de izquierda a derecha para mirarlo detenidamente.
Tae se apartó de inmediato, sintiéndose incómodo. Siempre que Bogum venía, esa sensación lo invadía. Desde la distancia, Jin notó la interacción y se acercó rápidamente.
—Joven Bogum, por aquí lo están esperando —dijo Jin con respeto, inclinándose levemente.
—Gracias, Jin, tú siempre tan inoportuno —respondió Bogum, alejándose hacia el comedor, mientras Jin lanzaba una mirada protectora hacia su hermano.
—Tranquilo, Tae, intenta no causar problemas, hermano, que el señor Kwan está muy enojado —le dijo Jin en voz baja. Tae asintió, algo triste.
En el comedor, Jungkook y Eunji entraban entre risas.
—Buenas tardes, disculpen la demora —dijo Jungkook, saludando cordialmente a todos.
—Buenas tardes, señores —continuó la alfa. Jungkook retiró una silla para que ella se sentara y luego se acomodó a su lado.
—Bienvenida, Eunji, debió ser un viaje muy cansado —dijo Hye con una sonrisa.
—Sí, señora, fue agotador, pero me alegra poder venir a su hermosa mansión —respondió Eunji con una sonrisa.
—Querida Eunji, te presento a Jackson, uno de los mejores comerciantes de vinos —dijo Kwan, señalando a Jackson.
—Es un gusto poder conocerlo, señor Jackson, mis padres me han hablado mucho de usted —dijo Eunji con una sonrisa.
—El placer es mío, señorita Eunji. Les enviaré a sus padres uno de mis mejores productos en agradecimiento —respondió Jackson con orgullo. Eunji asintió, sonriendo amablemente.
