capitulo 11

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Continuación:

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Continuación:

Jin subió las escaleras en silencio, el peso de las palabras de Namjoon aún colgando en el aire como una amenaza velada. Sabía lo que le esperaba en la habitación del Alfa.

No era la primera vez que visitaba la habitación de Namjoon, pero cada vez que se encontraba ante esa puerta, su corazón palpitaba mas rapido de lo normal. Cuando entró, Namjoon ya lo esperaba, de pie junto a la ventana, su imponente figura bañada en la luz de la luna que filtraba por las cortinas.

—Cierra la puerta —ordenó el Alfa, sin molestarse en mirarlo.

Jin obedeció, sus manos temblorosas tratando de ocultar el nerviosismo. La habitación estaba fría, casi tanto como la mirada que Namjoon le lanzó cuando finalmente se giró para enfrentarlo.

Jin intentó mantener la compostura, pero sentía que su alma se rompía un poco más cada vez que entraba a ese cuarto y sabia que solo seria usado, donde el hombre que antes lo cuido,lo trataba como nada más que un objeto.

—¿Sabes por qué te llamé? —preguntó Namjoon, cruzándose de brazos.

Jin asintió en silencio. Ya no necesitaba explicaciones.

—me llamas solo para usar mi cuerpo.—respondió Jin con resignación.

Namjoon dio un paso hacia él, sus ojos recorriendo cada parte de su figura, con deseo y con un frío control que lo hacía sentir pequeño.

—Tu eres un esclavo estas aqui para obedecer, Jin. Para ser útil. Para servir. Pero últimamente… —el Alfa hizo una pausa, inclinándose hacia él hasta quedar lo suficientemente cerca como para que Jin pudiera sentir su aliento

— siento que te estás olvidando de tu lugar.

Las palabras eran como dagas, penetrando en la mente de Jin, recordándole todo lo que había perdido, lo que alguna vez fue, y en lo que se había convertido. Con un leve movimiento de cabeza, Jin respondió:

—Lo siento, Namjoon… haré lo que me pidas.

—Claro que lo harás. —Namjoon lo observó por un momento más, y luego, en un movimiento rápido y brusco, lo tomó por la muñeca y lo arrastró hacia la cama. Jin no hizo resistencia. Sabía que sería inútil.

El Alfa lo obligó a sentarse, manteniéndolo sujeto con una fuerza que lo hacía sentir insignificante. Jin cerró los ojos por un segundo, intentando alejarse mentalmente de los recuerdos que el Namjoon vivieron en su adolescencia

—Mírame —ordenó Namjoon, su tono inflexible.

Jin abrió los ojos, encontrándose con la mirada dura del Alfa, quien lo observaba sin una pizca de compasión.

ENTRE CADENAS Y CORONAS 👑 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora