Capítulo 42

279 39 0
                                    

Max observó la poca interacción que había entre la mujer que consideraba su madre y su pareja. Desde su posición lograba notar la tensión que había y descubrió que no le agradaba para nada verlos así.

La noche anterior sin querer escucho una discusión entre la pareja, las paredes eran finas y su curiosidad era superior a cualquier sentido de sensatez que tuviera. Además, estaba seguro que mitad de sus compañeros habría escuchado toda la pelea, pero nadie se animaba a preguntar que sucedió.

Toda la mañana hablo con el grupo que consistía en los protegidos de Mariana, cuestionandose si debían preguntar o quedarse con la duda. Alex, siendo el más responsable de los ocho, dio un discurso sobre la privacidad y que debían dejarlo, era un tema entre pareja. En cambio Lando, insistió en investigar para poder ayudarlos, en el pasado lo hicieron con el difunto Jules, creía que ahora no fuera muy diferente.

- ¿Están bien? Se ven diferentes.

Los mayores se miraron; Carrizo parecía tirarle dagas atraves de los ojos, y Nicolás parecía arrepentido, al igual que cansado. Max no supo que hacer, le habían dado la tarea de investigar y buscar una solución, pero no sabía si lo lograría.

- Perfectos, ayer llegamos tarde, estamos cansados- respondió Mariana, sin darle oportunidad al otro de responder. Dio una sonrisa forzada y su atención volvió al celular.

Max miró con desconcierto al futbolista, vio como negaba y le indicaba que tomará su celular para hablar con más tranquilidad.

Max miró con desconcierto al futbolista, vio como negaba y le indicaba que tomará su celular para hablar con más tranquilidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
HUMAN| Nicolás Otamendi|.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora