Capítulo 21.

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La paciencia se le estaba acabando y Lewis no ayudaba para nada.

Los dos pilotos se encontraban en la habitación del británico, intentando arreglar el problema que habían creado. Pero nada de lo que hacían o intentaban hablar parecía funcionar, frustrando a los dos campeones del mundo.

Carrizo lo intento, de verdad lo hizo, perdonarlo por dejarla afuera de la competición y dejarlos a los dos, últimos en la parrilla, pero era orgullosa y rencorosa, así que no dejaría pasar con facilidad aquel momento.

Se miraron por un breve momento, Mariana le devolvió la mirada llena de decepción y decidió que era mejor irse. Se levantó de su asiento, empezando a caminar hacia la salida, Hamilton fue más rápido y detuvo su huida, acercando el cuerpo contrario al suyo.

- Estas enojado por otra cosa- acusó sin mirarlo, lo conocía suficiente bien para notar su molestia sobre algo que no estaba relacionado con la carrera-. Me gustaría saber qué.

Lewis titubeó, no encontraba las palabras correctas para expresar como se sentía y las emociones que recorría su cuerpo al verla con el futbolista. Odiaba con todo su corazón verla con alguien más, los celos lo cegó.

Y actuó sin pensar en las consecuencias.

- Lo sabes.

Finalmente se dignó a mirarlo, sintiendo sus piernas temblar por la cercanía que había entre ellos, en otro momento hubiera hecho algo para desaparecer esa lejanía.

-¿No crees que es muy tarde? Te di la oportunidad y no supiste aprovecharla.

- Me arrepiento demasiado de eso, pero ahora podemos intentarlo y volver a ser lo de antes.

Lo empujó lejos de ella, una furia casi inexplicable recorrió su cuerpo y quiso golpear a su compañero.

- Me dijiste que no estabas preparado, y luego te ibas a casa, ¿ahora estás arrepentido? Vete a la mierda, Lewis Hamilton- escupió cada palabra con odio, recordando como sufrió al recibir la noticia de su compromiso-.Estoy con Nicolás, no me rompas las bolas.

Hamilton intento buscar los labios de su amiga, pero esta le corrió la cara y lo alejó. Se miraron en silencio, sintiendo un malestar en sus pechos.

-¿¡Qué tiene de especial él!?.

- ¡No me hizo mil promesas una noche y al siguiente día, anunció que estaba por casarse!- explotó.

Nunca le había dicho nada sobre aquel tema, nunca lo discutieron correctamente, Mariana solo lo dejo pasar y termino la "relación" que llevaba con Lewis. Tenía atascado las emociones que sintió ese día, intento seguir con su vida, olvidándose de los sentimientos que sentía por el moreno.

Le parecía injusto las quejas de Hamilton, ella nunca le hizo una escena, no lo chocó ni le hizo la ley del hielo cuando, Lewis prefirió ignorar lo que sentían y seguir con su novia.

- Me hiciste creer que había una oportunidad para nuestra relación, pero saliste con aquello, y me rompiste el corazón. Pensé que, quizás, podía intentarlo de nuevo y darme la oportunidad de amar a alguien de nuevo.

Se quedaron en silencio, intentando procesar las sensaciones que experimentaban en esos momentos. Mariana estaba decidida, hace unos años dejó de ver a Lewis con amor, solo era su amigo.

-¿Lo amas? ¿De verdad lo haces?.

- Sí, nunca estuve tan segura.

Hamilton sonrió con tristeza, la perdió y no intento hacer algún esfuerzo para tener a su lado, nuevamente. Ahora solo podría ver como era feliz con alguien más.

- Te amo.

- Yo también, pero no como antes.


🏎🏎🏎

Lisboa, Portugal.

En cualquier momento se subía en una silla para gritar el nombre de Mariana.

Hace unos minutos se encontraba en el aeropuerto, había quedado en buscar a la piloto y llevarla a su casa, donde se quedaría por un corto tiempo para luego volver a sus rutinas diarias.

- Mon amour, no te encontraba.

Volteó hacia la voz tan conocida por él, y una sonrisa apareció en su rostro, se acercó a la mujer para abrazarla por un largo tiempo. Había extrañado estar con la chica, hablar y reírse de cualquier cosa.

Sin importar mucho quien los viera, el futbolista beso a la chica para luego esparcir sus besos en todo el rostro femenino, haciéndola reír encantada por la atención. Parecían dos adolescentes.

- Lamento mucho lo de la carrera, estabas haciéndolo bien, ¿arreglaron las cosas?- preguntó mientras dejaba pequeñas caricias en la cintura contraría.

- Algo así, decimos dejar que las cosas se enfríen para hablar bien.

La beso nuevamente y esta vez con más ganas, dejando pequeñas mordidas en el labio inferior. Mariana aceptaba cada roce entre sus labios, soltando suspiros bajos y enamorándose con cada caricia.

Lo amaba, lo tenia bien claro, no dudaba de su cariño hacia él, Nicolás era el indicado.

- Te extrañe mucho, Ota- murmuró sobre sus labios, dejo varios en su rostro y sonrió al escuchar la risa del futbolista.

- Yo también te extrañe, morocha.

Finalmente salieron del aeropuerto, y con ayuda del jugador guardo sus valijas en el auto.

-¿Puedo manejar?- preguntó antes de subir al vehículo. Otamendi dudó un poco para luego darle las llaves-. Espero que tengas tu seguro de vida, mon amour.

- Mariana no es una carrera.¡Mariana!.






















Bueno, empezamos fuerte JAJAJAJA.
Desde un principio la historia sería de Lewis pero a último momento decidí irme con Nicolás. Datazo.
Por otra parte, quería agradecerle por el apoyo que están dando a mi historia, muchísimas gracias 🤍.

HUMAN| Nicolás Otamendi|.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora