Capítulo 16.

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No solía nombrar la dificultad de ser mujer en un ámbito donde mayormente el hombre tenía más presencia. Hacía un esfuerzo para que sus pensamientos quedarán estancados en su mente y evitar los problemas.

Al principio hablaba de ello, dejaba en claro lo que le molestaba y se hacía escuchar entre los hombres, comenzó a cansarse cuando sus quejas eran ignoradas y nadie intentaba ayudarla para cambiarlo.

Michael solía decir que era más productivo ganarle en las carreras y dejarle en claro que era capaz de romperle el trasero sin necesidad de hablar. Tomó ese pequeño consejo y lo convirtió como una protesta hacia los pensamientos machistas.

Aún así, con tantos premios gandado sólo logró que un cincuenta por ciento deje de verla como una intrusa.

Hasta el día de hoy recibe comentarios horribles, como todos en la parrilla, mensajes que la hacían dudar la continuidad de su carrera deportiva.

¿Qué hace con todos esos mensajes? Reírse de las idioteces que ponían, no le quedaba de otra.

- Nunca terminas de acostumbrarte, es raro ver tantas personas desconocidos apoyarte y alentar sin recibir nada a cambio- murmuró mirando el techo.

No lograba dormirse, ni siquiera cerrar los ojos, los nervios consumían lentamente su cuerpo. Hace unos minutos atrás, llegó Nicolás a su habitación, al igual que ella, no podía dormir.

Hablaron sobre algunas carreras, partidos y las emociones que sentía al ganar algo, o ver tanta gente alentar por ellos. Al menos tenía con quien hablar.

En unas horas seria la carrera, y Mariana estaba ansiosa, era su vuelta a la competición y mucha gente había puesto presión en sus hombros.

- Nunca hablaste sobre tu relación con tus compañeros anteriores- habló, su mirada brillaba por la curiosidad. Nicolás tenía entendido que la chica no se hablaba con algunos pilotos retirados.

- No me querían con ellos, creían que solo estaba por acomodada o pena- respondió sin dirigir la mirada hacia Otamendi. Empezó a recordar todas las cosas que vivió y soltó un suspiró-. Cuando murió Jules, se acercaron con una sonrisa cínica y me dieron el pésame. Algunos habían dicho que yo provoque todo.

Se quedaron el silencio, procesando las palabras que había soltado la piloto. Nicolás sintió enojó e impotencia, ¿podrían ser tan hijos de puta para hacer eso? Era pasar los límites.

- ¿Sabes? De algún modo te acostumbras, y dejas atrás todo, o haces el intento- finalmente miró al jugador, le dio una pequeña sonrisa-. Después de todo, la que ganó seis campeonatos mundiales fui yo.

Nicolás le sonrió, sintiendo las típicas mariposas en su estómago. Se inclinó hacia la chica para juntar sus labios, empezando un suave y lento beso, donde intentaba expresarle todo lo que sentía.

Al separarse se quedaron mirando, admirando la belleza del otro y deseando que no terminará lo que tenían.

- Morocha.

-¿Sí?.

Nicolás titubeo antes de hablar, estaba decidido en decirle lo que sentía, pero había algo que lo detenía. ¿Y si Mariana no sentía lo mismo? ¿ Si era algo pasajero y él estaba en cualquiera?.

- Me gustas, de verdad- soltó, con mil dudas por detrás. Se mantuvo tenso en su lugar, esperando la reacción de la chica.

Una sonrisa asomó por el rostro de ella, y un alivio cruzó por su cuerpo.

- A mi también me gustas, de verdad.


















Ayy que bonito es el amor..
Lástima que dura poco🙂.

Espero que les guste el capítulo
Los quiero ❤

HUMAN| Nicolás Otamendi|.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora