Damian Archer sentía que se trataba de una mala jugarreta del destino y tiempo, pues la primavera había llegado tan rapido que ni siquiera pudo darse cuenta cuando la nieve se derritió y las flores renacieron.
Fue despedido de su puesto como el guarda espaldas Daisy, regresó a su casa después de una temporada entera viviendo con los York y su trabajo de jardinero volvió así como las clases constantes.
Aquello parecía un bucle en el que volvía a vivir todo nuevamente, pero lamentablemente, en aquel no se encontraría su amada Daisy dormida en aquel granero, ni le enseñaría de flores, sus olores y significados.
El tiempo había pasado tan rápido que el primer año desde su primer encuentro estaba a nada de cumplirse y él se sentía extrañamente triste y nostalgico, queriendo repetir todo nuevamente y evitar el sentimiento que se formaba en su interior a causa de la boda de su señorita con otro hombre.
Por obvias razones no fue invitado al festejo, pero sí debía embellecer los jardines muertos y llenarlos de vida una vez más para la familia que tantos dolores de cabeza y angustias le había causado.
Mientras tanto, Daisy York contraía matrimonio con Lester York en el templo central de la villa primavera.
Amy parecía muy feliz aquel día, pues el estar nuevamente trabajando con él le llenaba de alegría. Además, sus horarios habían empezado a coincidir, puesto que había dejo su otro trabajo y ahora se dedicaría a la jardinería por completo.
Gus en cambio parecía bastante preocupado por la salud emocional de su amigo, temiendo porque este entrase en depresión luego de que su chica se casará, ya que no era una noticia nueva aquel casamiento.
Todos en el pueblo lo sabían realmente.
— Acaban de llegar las lavandas — anunció el hombre mayor que era el jefe de la compañía de jardinera que los había cotratado —. Damian y Rose, plantenlas en esa esquina cerca de la fuente.
Él volteo hacia la chica de cabello oscuro, que lo veía con curiosidad.
Siempre habían trabajado juntos y nunca se habían dirigido la palabra. Damian no pretendía empezar ese día, se sentía demasiado triste para siquiera saludar a una nueva persona.
Con expresión apagada caminó hasta los cajones repletos de hermosas lavandas, siendo su olor tan reconocible para él, amando recordar a su adorada florecita y el momento exacto en el que supo que ese era el aroma de la fragancia que usaba.
Sonrió nostálgico.
— ¿Estás enfermo o algo así? — indagó la pelinegra cuando vio como empezaba a sonreír de la nada.
— ¿Disculpa? — despertando de su ensoñación, la miró nuevamente.
— Parecías triste hace unos segundos y ahora sonríes. ¿Estás bien la cabeza?
— Oh, yo... — él se avergonzó, tomando una de la lavandas en meceta, alejandose para poder llevarla hacía su lugar, siendo rápidamente seguido por Rose.
— ¿Entonces?
— El olor de las lavandas me gusta, es todo — se limitó a decir, dejado la planta donde debía trasplantarla —. Deberíamos pasarlas todas a este lado y después empezar a plantarla.
— Buena idea.
Él asintió y sin más nuevamente se alejo de ella en busca de otra maceta, Rose lo siguió nuevamente, sintiendose intrigada por ese pelirrojo que antes parecía muy timido y tierno, pero ese año se veía serio y callado, también un poco triste.
— Es raro que a un hombre le guste la jardinería — comentó, siguiéndolo con una nueva maceta entre sus manos.
— La mayoría piensa eso — respondió perdido en su mundo, sin prestarle atención realmente.
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Butterfly Garden ²
Romance"El día en el que todas las mariposas se fueron del jardín, y volaron libres en busca de un nuevo horizonte, en busca de su propia felicidad" •En proceso •Primera Parte: Butterfly •Inciada: 26 de octubre del 2024 •Terminada: ...