Obliviate ( Harco)

condena

Scorpius pov
Nos encontrábamos en la estación 9 3/4 mientras esperábamos pacientemente el tren que nos llevaría a howarts. Nuestra paciencia estaba siendo reducida cada minuto que daba el reloj, estábamos aburridos. Incluyendo el hecho de que no estaba el moreno molesto de harry,ni mi tío ron. Solo estaba mi papá draco, albus,james y yo.

Harry nos había explicado que el,como profesor de hogwarts debía viajar en el tren de aquella mañana,ya que debía esperarnos en la cena de iniciación. Albus le rogó el que lo llevara pero harry se opuso encargándose de asegurarle que estaría todo el semestre con el.

-harmano scorpius!-pronuncio nuevamente a lo que rodé los ojos molesto- que hacemos aquí?- sonreí forzadamente, de seguro ya tenía una vena visible en mi frente. Era la tercera vez que se lo debía explicar.

-james, amor, llévate a tu hermanito quieres?-pronuncie sonriéndole como usualmente solía hacer. El me miró con una muy pequeña sonrisa y se encargo de cargar a su hermano y distraerlo con una pluma.

Me acerque para besar con cuidado sus labios, pero se separo de inmediato sin permitir si quiera que me acercara.

-aqui no-menciono- será mejor que no hagamos nada ahora, scorpius, la gente no está acostumbrada a algo así por parte de dos hermanos. Hagamos todo secreto- declaró y simplemente me quedé en shock.

-no quiero -decidí-eres mi novio, yo no quiero ocultarlo.

Refunfuñe y simplemente el rodó los ojos ignorando lo que dije. Me sentí herido pero no planeaba discutir con él por una tontería. No nuestro primer día de clases.

Me acerque suavemente y le di un beso en la mejilla, no quería que se enfadara de todas maneras ,la última vez que lo hizo casi no pudimos arreglarlo.

-esta bien, lo lamento, no te enojes conmigo-hice un puchero a lo que el sonrió satisfecho, me sentí increíble con su sonrisa,tan bella. La amaba por completo y era capaz de morir por esa bonita sonrisa.

El tren se asomo a lo lejos,lo que indicaba que pronto llegaría. Mi piel se enchino y sonreí ampliamente, estudiar en howarts no había sido más que un sueño estos últimos meses y ahora por fin se estaban cumpliendo.

-debes portarte bien mi dragon-mi papá se acercó y me abrazo como siempre lo hacía,pero esta vez yo no lo devolví. Estaba tan perdido en el pensamiento de por fin ir a hogwarts, que me perdí por completo y solo reaccione cuando james me jalo dentro del tren.

-adios papá, te extrañare!-me despedí rápidamente de mi papá mientras subia con entusiasmo al tren y nos sentábamos en lo que considero yo el mejor lugar del tren.

-aqui es donde mi padre estuvo su primer día de clases-james me miró y mis mejillas sonrojaron de la vergüenza, estaba tan perdido que de seguro me vio como nene viendo una jugueteria.

-es grandioso, confesé y me senté a su lado-estoy emocionado de compartir esto contigo james.

Sonrió y con mucho cuidado tomo un mechón de cabello poniéndolo detrás de mi oreja,como usualmente lo hacía mi papá.

-nunca has pensado pintarte el cabello?-pregunto a lo que sonreí tímidamente.

-mi papá me mataría si lo hiciera- confesé

-es una pena, el cabello se te vería genial de un tono azul-llevo su mano a mi cabello y me lo revolvió con cuidado- tengo un hechizo para eso si lo llegas a necesitar.

Frunci mis labios nervioso, papá me mataría si llegara a ver mi cabello de otro color ,pero si funcionara,esto no sería más que un experimento. Además a james le gustaría verme con el cabello azul, y quiero que cambie lo que le gustaría que yo tuviera. Entienden ? Es amor !

-me encantaría-sonrei y el sonrió completamente emocionado.

Entonces saco su varita y la apunto hacia mi cabello.

-crinus muto- apenas pronuncio el hechizo mi cabello cambió de color. Mire mi reflejo y sonreí ampliamente, estaba muy bien ese color ,estaba lindo y me gustaba.

-gracias, es lindo -rei tímidamente y james se acercó depositando un beso suave en mis labios,uno que claro, disfrute un montón.

-no es nada, se te ve precioso mi osito- vale ese apodo era nuevo, pero decidí no darle importancia ya que a todos les gustan los osos no es así?

El resto del viaje james siguió aconsejandome algunas cosas que pudiera cambiar. Por ejemplo mis trajes formales ,ya que podría cambiarlos por una sudadera o chaleco, ya sabes cambiar. No me emocionaba pero , quería que james estuviera feliz y cómodo conmigo. Y podía cambiar si eso quería.

Poco luego de una hora en el tren tocaron la puerta a lo cual abrí discretamente asomando apenas y la mitad de mi rostro.

-un gusto, mi nombre es regulus- saludo un apuesto muchacho de cabellos negros y ojos azules, el cual tenia la piel algo pálida.-crees que podrías dejarme quedar contigo?

Frunci levemente el ceño preocupado , no lo conocía y era otro alfa al parecer. Se que apenas teníamos once pero yo aún no podía saber si james estaba a gusto con la presencia de otro alfa.

Negué levemente con la cabeza y vi como regulus sonreía ampliamente ,como si lo que hubiera hecho le causará gracia.

-esta bien lindo, muchas gracias-me guiño el ojo y se fue a buscar otro lugar, yo no le tome importancia y el resto del camino me quede dormido.

Cuando me desperté, me di cuenta que mi cabeza estaba recargada en una pierna ;sonreí creyendo que era james, sin embargo cuando intente verlo ,palidecí.

-que haces aquí?- pregunte en medio de tartamudeos levantándome rápidamente de donde me encontraba.

-lo siento bonito- menciono regulus con una sonrisa apenada-no tenía otro lugar y james me cedió su lugar.

Voltee hacia james y este ni siquiera hacia caso a la que alegabamos. El tren se detuvo y por estar parado termine cayendo en el pecho de regulus. De cara por supuesto.

-upps ,creo que deberías tener más cuidado-menciono riendo y ayudándome a levantarme- si acaso algún día necesitas mi ayuda bonito, solo pregunta por el nombre de regulus black.

Lo mire confundido,según las historias contadas alguna vez por mi tío, había asegurado que el nombrado ya estaba muerto y no se le había visto en años.

-mi abuela conocía a regulus black bonito- menciono acariciándome el cabello- ella me puso así.

Sonreí apenado y asentí. Fue en ese entonces que finalmente se fue y pude respirar aliviado. Este viaje había sido toda una condena.