- ¿Recuerdas aquella ocasión en la que me caí en la ducha y entraste como loco y gritaste al verme desnuda? - Luis río, seguramente el recuerdo se le había venido a la cabeza.
- Salí corriendo. Fue muy gracioso.
- Si bueno, me asuste por tu reacción ¿sabes? ¿Era tan fea?
- No idiota. Sólo que nunca había visto una mujer desnuda y fue extraño que tu, mi mejor amiga, fueses la primera.
- Tuve que levantarme sola. Sentía que se me había roto el trasero.
- Pero te ayude. - Dijo en su defensa mientras le daba un trago a su cerveza.
- Entrar con los ojos cerrados y lanzarme una toalla no lo llamaría exactamente ayuda.
- Te respeto demasiado como para verte desnuda. - Me puso un brazo sobre los hombros y me dio un beso es la sien.
- Que gay. - Lo aleje y me limpie en seguida.
- Mira quien lo dice. - Se río.
- Callate. - Le di un puñetazo en el brazo.
- ¿Te acuerdas cuando estábamos nadando y una sombra negra nos seguia?
- ¿Como olvidarlo? Nadamos hasta la orilla tratando de superar al otro. Yo te grite que nos iba a alcanzar y me respondiste "¿Alcanzarnos? Habla por ti misma lenta. Rezare por ti"- Trate de imitar su voz pero sonó más a que tenía problemas en las cuerdas vocales.
- Que tiempos... - Se término su cerveza mientras yo hacia lo mismo con la mía.
- Y al final era una tortuga que venía a poner a sus huevos en la arena.
- También recuerdo ese tiempo. Los cuidábamos y cuando nacieron los ayudamos a llegar al mar.
- Quiero otra cerveza. - Susurré.
- Yo también. - Le hizo una señal al cantinero que en seguida nos trajo otra junto con dos chupitos.
- ¿En serio me hubieses dejado morir? - Le pregunte después de haberme tomado el tequila. La sensación fue tan familiar que me asustó.
- No lo sé. Creó que no. No, no lo hubiese hecho. - Sacudió su cabeza para quitar el horrible sabor del tequila.
- Ojalá hubiese sido un tiburón.
-¿Por que? - Me miró fijamente.
- Por que me hubiera salvado de toda esta mierda.
- Esto no es una mierda.
- Claro que para ti no, tienes a Megan pero yo me siento más sóla que nada, Gemma es mi novia pero al parecer no confía en lo más mínimo.
- ¿Ya escuchaste la canción?- Cuando lo dijo me di cuenta de que estaba sonando "Stand Up" de The Cab.
- ¡Oh por Dios! ¡Es nuestra canción! - Lo tome de los hombros y lo sacudí de la emoción.
- ¡Así es! - Me contestó él de la misma forma.
- ¡Vamos a bailar! - Me levante y lo traje conmigo y bailamos hasta que nos dolieron los pies.
Horas después de haber estado bebiendo y bailando a partes iguales le pregunte si debía conducir, al final el dueño del bar llamó un taxi para nosotros.
- Soy una mala persona... - Susurré mientras me recargaba en el pecho de Luis. Él miraba la ventana.
-¿Porque...? ¿Porque dices eso?
- A las malas personas les ocurren cosas malas y nadie las quiere. - Le respondí jugando con el cierre de su chaqueta.
- Yo te quiero. - Me tomó la mano y me miró a los ojos. Me acerque un poco más a él...
- ¿Porque no eres una chica? Es tan injusto. - Al final deje caer mi cabeza en su cuello mientras lo escuchaba reír.
- Pagame la operación de cambio de sexo y todos contentos.
- Tu no estarías contento.
- Tu lo estarías, por consiguiente yo lo estaría. - Acaricia mis dedos.
- Si a los cuarenta sigo sola te prometo que la pago. - Correspondo a sus caricias y coloco mis piernas sobre las suyas, él me abraza más fuerte y puedo escuchar su corazón latir lo cual me tranquiliza y me gusta.
- Dicho queda. Mañana tenemos que ir a la universidad. - Me recuerda.
- Ni me digas. - Eran las tres de la madrugada, faltaba media hora para llegar a casa y teniendo en cuenta que teníamos siquiera darnos una ducha y tomarnos un café es posible que durmiéramos muy, muy poco. Ni hablar de la resaca que tendríamos y que estaríamos vomitando todo el día.
- Verás que todo se solucionara.
- Cada ves le veo menos futuro a esta relación.
- Pero la quieres.
- Si ella no me quiere no puedo hacer nada, Luis.
- Mejor duerme, te despierto cuando lleguemos.
- Buena idea. - Resulta que ambos nos quedamos dormidos y el taxista nos levantó, decidí dejarlo dormir y darme una ducha, cuando estuve con el pijama puesto lo levante para que él también se duchara, puse la alarma y me fui a dormir. Al poco rato pude sentirlo abrazarme por la espalda.
Me acurruque contra él hasta que perdí por completo la conciencia.
ESTÁS LEYENDO
Diario de una Homosexual.
RomanceMi diario. Mi vida. Sobrevivir bajo las adversidades de la sociedad. ¿Fácil? Ni de lejos. ¿Imposible? Un poco. Ni la leas, ve a la nueva versión que está en mi perfil, esa es mucho mejor, besos.