Es sábado.
Fin de semana. Quedamos en salir.
No sé a dónde me llevaras, pero dijiste que debía estar lista temprano.
Me duche.
Me vestí.
Y espere.
No desayune, si me llevabas a comer algo (lo cual dudo) no quería negarme.
Leí un rato.
Tocaron al timbre.
Y ahí estabas, con tu linda cabellera rubia y los ojos más azules que he visto en mi vida.
Te deje pasar. Me trenzaste el cabello y te invité a desayunar.
Aceptaste, para mi sorpresa.
Prepare huevos con beacon, y unas tostadas con queso crema, con jugó de naranja.
Te serví. Me serví.
Y devore el plato.
Tu estabas comiendo muy lento, y a pequeñas partes, masticabas con cuidado.
No te juzgue.
Esperé a que acabaras. Si algún día querías decirme algo, estaré ahí.
Salimos, caminamos por la acera como si el día fuese eterno.
Llegamos a la playa.
No me gustaba la playa, Gemma.
Sol, calor, arena, asco.
Pero me gusta el mar. Ironía.
Nos sentamos en una de las zonas mas alejadas, colocaste una manta y te despojaste de tus ropas, tenias un bikini debajo.
Y ahí estaba yo, vestida completamente de negro... En la playa.
"Celaena, vamos, estamos en la playa" dijiste con una sonrisa.
"No tengo bañador" te contesté.
"Pero seguro traes ropa interior..."
Y no paraste hasta conseguir que me quitara la ropa.
Lo hice.
Me miraste mientras lo hacía.
Y me sentí incomoda.
Me senté y abracé mis rodillas.
"Seguro todo fue una jugarreta tuya”
Y sonreiste.
Te acercaste y colocaste tu brazo sobre mis hombros.
Unos chicos se acercaron, le dijiste que se pudrieran. Y se fueron.
Nadamos y hablamos.
Fue divertido.
Te bese.
Te bese tanto como pude.
Y aun así, fue muy poco para mí.
Al llegar a casa me llamaste "novia".
Soy tu novia.
Mmm...
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Diario de una Homosexual.
RomanceMi diario. Mi vida. Sobrevivir bajo las adversidades de la sociedad. ¿Fácil? Ni de lejos. ¿Imposible? Un poco. Ni la leas, ve a la nueva versión que está en mi perfil, esa es mucho mejor, besos.