Diario de una Homosexual.

21 de septiembre.

Es domingo.

He salido a por ti, para después venir a mi casa y ver películas, comer pizza, y dibujar.

Lo típico de los domingos.

Al estar tres cuadras antes de tu casa te he visto hablando con un chico.

Tu no hablas con nadie.

A penas me diriges la palabra.

Y reías, mucho. El también, te miraba con ojos anhelantes.

El se estaba inclinando hasta el punto de rozar tus labios.

Le dijiste algo.

Y llore.

Al parecer solté una especie de gemido porque los dos voltearon.

Abriste los ojos con sorpresa. Él tenía una cara de confusión.

"Celaena, no es lo que crees" dijiste levantando las manos en señal de alto.

"¿Y que creo, Gemma? " te hable con furia, me acerque al chico y le solté un puñetazo en la mandíbula.

Me dolieron los nudillos.

Voltee. Y te vi. Con las manos cubriendo tu boca. Y los ojos llorosos.

"A la siguiente, cuando estés con alguien, recuerda que ese alguien no es un juego, no puedes manipular a las personas para que te quieran y después venir y engañarlas" te grite, camine de vuelta a mi casa, lista para hundirme en dolor y tristeza.

Me tomaste el brazo.

"Celaena, dejame explicarte, el es un viejo amigo, solo eso, estábamos hablando, no debí de haber permitido que se acercase así a mi y mucho menos teniéndote a ti. Lo siento, realmente lo siento" hablaste tan rápido y retorciéndote las manos.

"¿Quien es ella, Gemma? ¿Porque me golpeo?"  preguntó el chico, era alto y rubio, también ojos azules y las piernas tan delgadas como palillos.

"Es mi novia, Lucifer" le contestaste.

"¿Eres homosexual? ¿Y porque nunca me di cuenta? " Te preguntó el.

"¿Que no es obvió? Es bisexual. Puedes quedartela. Toda tuya. "

Grite.

Camine hecha una furia a mi casa, sentía tus pasos y los de él por detrás de mi.

Eché a correr.  Tengo que pensar.

Sus zapatillas se estaban acercando.

Caí.

" No te voy a soltar hasta que entiendas lo que paso, Celaena " dijiste encima de mi.

"Deja de jugar conmigo, no siempre que nos enojemos me besaras y ya estará todo arreglado" te grite, deje caer mi cabeza contra el pavimento, llorando. "Quitate. Gemma, por favor. Si esta relación es enserio quitate de encima y dejame ir" solo quería estar sola.

Te levantaste. Y me fui.