Yo no era una chica de compromisos, así, a secas, le tenía miedo a una vida rutinaria y a terminar acostandome el resto de mi vida con una sola persona. No era esa clase de persona que se espera casarse a los 25 y tener una familia a los 30. No, odiaba el "yo seré..." o el "Juntos para siempre" pero en más de una ocasión se lo había pronunciado a Celaena. Más de una ocasión le había tomado ese cabello que se carga y la había besado sin pensar en nada, queriendo pasar la eternidad entre sus brazos y sus risas. Y aún quería, vaya que si. Pero lo que habia hecho no era un deslis, no fue un accidente, fue algo que pude haber evitado si lo hubiese deseado, pero no lo deseaba. Aunque en este momento si. Sentía la calides de un cuerpo a mis espaldas, sentía su brazo en mi cintura, un tanto más pesado que el de Celaena, sentía su respiración mucho más profunda y cansada. Sabía que no era ella. Él era un chico. Celaena me quería, ¿cierto?
"Pero, ¿por cuanto tiempo Gemma? ¿por cuanto tiempo?" También había que tener en cuenta la traición que había cometido hace unos meses con Lucifer, y ahora estaba haciendo lo mismo con él. La misma patética estupides.
La misma traición.
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Diario de una Homosexual.
RomanceMi diario. Mi vida. Sobrevivir bajo las adversidades de la sociedad. ¿Fácil? Ni de lejos. ¿Imposible? Un poco. Ni la leas, ve a la nueva versión que está en mi perfil, esa es mucho mejor, besos.