Un desastre temporal (Borrador)

Capítulo 5

"Si vives hasta los cien años, quiero vivir hasta los cien años menos un día para no tener que vivir sin ti" 

-Joan Powers  

Capítulo 5

El celular

Eran las ocho y cuarto de la mañana, tenía que levantarme a darle de comer a la abuela. Normalmente yo no comía y a estas horas ya andaba deambulando por la casa, no dormía por el insomnio que sufría.

He sufrido insomnio gran parte de mi vida y este se intensifico con mi anterior pareja, había muchas cosas que se habían convertido en ámbitos después de él. Cómo la falta de sueño, la falta de hambre y un tantito más que de costumbre, la ansiedad.

Mi última relación no había sido más que problemas, discusiones, malos tratos y mucho, pero muchos engaños.

Salude a mi abuela que estaba sentada en su sofá habitual mientras tejía.

-Te ha traído tu bolso -señalo mi bolso negro que se encontraba en el sofá de enfrente -. Tu novio lo trajo.

Sentí como mis mejillas empezaban arder de la vergüenza. Jake había estado aquí y había traído mi bolso. Por suerte no me vio, no quería topármelo me daba mucha vergüenza verlo a la cara. 

-No es mi novio -aclare.

Agarré mi bolso y vi que todo estaba ahí, había una pequeña nota y una paloma en imán de cocina. La confusión tan clara en mi rostro que hasta mi abuela dejo de hacer lo que estaba haciendo y me miro.

Perdón por haber traído tu bolso hasta ahora, había estado un poco ocupado con el trabajo y una que otra reunión.

Pdta.: Aquí te dejo mi número por si necesitas algo más y la paloma es referencia a ese día. Conecta las piezas, palomita. :) 

Y efectivamente estaba su número escrito ahí, con su nombre y todo.

-Así que no es tu novio -mi abuela me veía por encima de sus lentes y con una sonrisa en su rostro -, pero sin embargo, sonríes como boba ante la notita que te dejo.

Borre la sonrisa de mis labios que se había forado inconscientemente, guarde las cosas y vi que mi celular estaba apagado.

-Sabes, Em, nunca pensé que se iban a volver a encontrar tan pronto -murmuro mi abuela, mis músculos se habían tensado un poco al escuchar el diminutivo. Ella nunca de dejo de llamarnos por nuestros nombres.

-¿Volver a encontrarnos? -pregunte confusa, no entendía a que se refería -. ¿A encontrarme con quién?

-Con ese pequeño con el que correteabas -la mire como si le hubieran salido dos cabezas. No entendía por dónde iba esta conversación.

-¿Austin? -pregunte.

-No recuerdo su nombre, pero iba a casa a tocar el piano con Grace -sí, hablaba de él. La abuela siempre se dirigió a mamá por su segundo nombre, todos en la familia la llamaban Grace.

Mi abuela nunca había hablado directamente con Austin, pero sí que lo veía. Algunas ocasiones que ella llegaba a visitarnos él estaba ahí con mamá tomando clases de lo que sea.

-No es Austin, abuela -me senté en el sofá que estaba a su lado, viendo fijamente al televisor apagado -. No sé nada de él desde que pasó eso. El que vino es Jake, un chico que apenas y conozco.

-Son idénticos, ¿no te has dado cuenta? -pregunta, viéndome fijamente. Niego con la cabeza porque para ser sinceras no me he tomado el tiempo para detallarlo.