Capítulo 19

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"En la tristeza profunda no hay lugar para el sentimentalismo"

-William S. Burroughs 

Capítulo 19

¿Su padre?

-¿Estás enojada conmigo? -habló Jake, cuando entrabamos al centro comercial.

Llevaba puesta una gorra y gafas para que no lo reconocieran según él, pero se le olvidaba que ahora también me conocían a mí.

La gente me pasaba viendo de muchas maneras, buenas y malas. Unos me saludaban, otros me regalaban sonrisas, otros me miraban con asco, otras ni se inmutaban y otros simplemente ni les importaba.

-No, Austin, no lo estoy -detuvo sus pasos y me miro, no podía ver de qué manera porque sus ojos estaban tapados por las gafas.

-¿Cómo sabes mi segundo nombre?

No había caído en cuenta de que no le había llamado por su nombre original, bueno, en realidad, los dos eran sus nombres originales, pero solo lo llamaba por uno.

Mierda.

-Asher me lo dijo -mentí, no del todo porque si yo no lo sabría desde antes de todos modos Asher me lo habría dicho.

-Me gusta -respondió con una sonrisa radiante.

Mierda, amaba la sonrisa de ese chico tanto cómo lo empezaba amar a él.

-¿Eh?

-Mi nombre -dijo sin siquiera mirarme mientras caminábamos -. Me gusta cómo suena en tus labios.

Sentí como empezaba a ponerme roja, era patético porque no había dicho nada por lo que pudiera avergonzarme o algo indebido, pero él tenía ese efecto en mí desde siempre.

No respondí nada y metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta, estaba haciendo frio y me arrepentí en ese instante de haberme puesto los shorts que me dijo Alice. El moretón en mi rostro estaba oculto por una gran cantidad de maquillaje que Alice había aplicado y mis labios tenían una capa de labial rojo, era tan intenso que me veía extraña con él.

-¿Puedo preguntar algo? -pidió sin siquiera verme.

-Claro.

-¿Por qué te tiñes el pelo?

-¿Qué?

En ese momento se detuvo y se puso frente a mí, nunca había dicho lo alto que era porque sí que lo era. Me sacaba como una cabeza y media. Detestaba eso porque tenía que alzar mi cabeza para poder verlo mejor.

-Sí, me he dado cuenta. Tus raíces son claras, tu cabello es rubio, pero te lo tiñes de negro. ¿Por qué?

Nunca pensé que se diera cuenta, en realidad, sí lo hacía porque en estos momentos mi raíz era más notoria. No había ido a retocarme y he de admitir que no quería hacerlo. Quería que él me viera con mi cabello rubio. Tal vez era para ver si me reconocía.

Para no tener que sentarme con él y decirle <<Soy Emory, la pequeña que murió en el accidente con sus padres, pero como vez, no morí. Estoy aquí. ¡Sorpresa! >>

Estamos jodidas.

Sí, desde el primer momento.

-Quería explorar cambios -mentí, encogiéndome de hombro para seguir caminando, pero él fue más rápido.

Me agarro del codo y me detuvo ahí.

-Mientes -dijo, se sacó las gafas y pude ver la confusión en sus ojos -. Eres una pésima mentirosa, ¿lo sabes?

Un desastre temporal (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora