Capítulo 8

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"El dolor de la separación no es nada comparado con la alegría de reunirse de nuevo"

-Charles Dickens


Capítulo 8

El mayor temor

Me veía en el espejo de la habitación de Alice, había venido a su casa para arreglarme o mejor dicho para que ella me arreglara. El vestido, los tacones, todo lo mando Jake con Ander, su guardaespaldas-chofer.

-Estás hermosa, Leah -dijo Alice, atrás de mis espaldas -. Jake se va a morir.

Con Jake no había vuelto hablar después de ese casi beso, me escribía a diario, pero lo ignoraba porque era lo mejor. Trate de decirle sobre Mia, pero no pude así que deje que el solito se diera cuenta.

-Sabes que lo hago por compromiso, ¿no? -me voltee a verla.

-Y ahí vamos otra vez -puso los ojos en blanco y abrió la caja del collar y los aretes de plata para ponérmelos -. Ven, ponte esto y deja de ser testaruda, mujer

Aparte mi cabello que estaba en ondas y vi como se veía mi cuerpo, las cuervas resaltaban por el vestido de tirantes, la tela brillante con una abertura en la pierna izquierda y un escote en v.

El vestido negro perfecto y moldeado para mí. Los tacones negros de tirantes y mis ojos con unas sombras oscuras y un delineado que resaltaba el color avellano. Los labios pintados con un rojo vino.

Y los pendientes de plata que resaltaban en mi pálida piel.

Recordaba que antes, cuando vivía en Ámsterdam me gustaba mucho usar faldas, vestidos, ropa que se ciñera a mi cuerpo, pero la mayor de problemas con John era por eso, situado por él: "exponerme como carne en feria".

Y por eso había optado por la ropa ancha y holgada que no dejara ver más allá.

-Jake no es John, Leah -susurro mi amiga, abrazándome por atrás y sonreí, pero esa sonrisa no llego a mis ojos -. Él no te va a ser sentir menos y mucho menos avergonzarte delante de todos. Jake no es así.

-¿Lo crees? -sonaba insegura, pero era normal, era la forma en la que había vivido dos años de mi vida.

-Estoy segura -me guiño un ojo.

Se tiro en su cama y yo estaba jugando con mis dedos inquieta esperando el mensaje o la llamada de que me estaban esperando.

-¿Mia te dijo algo sobre su cita con Jake? -pregunte dudosa, porque sí, hable con Mia sobre Jake y sobre que hoy iba acompañarlo y dijo que no había problema.

Que ellos ya habían hablado y que él le había dicho que ya había quedado conmigo y no podía cancelar a último minuto, que si ella hubiera aparecido antes hubiera ido con ella. Yo insistí en que fuera ella, no me molestaba en lo absoluto no ir, pero no quiso. Igual ellos tendrían una cita para compensarlo.

Tal vez no debió dolerme algo tan simple, pero lo hacía. Yo era una persona que estaba asociada con el dolor y que mayor parte de su vida había tenido que aprender a vivir con ello, pero eso no lo hacía menos soportable. Por más dolor que haya en tu vida nunca te terminas acostumbrado, aunque eso forme parte de tu día a día.

Y yo no me llevaba mucho con Mia, a diferencia de Alice, tal vez ella sabia algo

-¿Cita? -preguntó desconcertada. Asentí y ella me miro como si me hubiera vuelto loca -. Ellos no tienen ninguna cita, Leah, ¿de dónde sacaste eso? ¿Mia no te dijo que ella ya hablo con Jake sobre ese "enamoramiento"? – negué sin entender nada -. Leah, mierda, ¡¿tan ciega estás?!

Un desastre temporal (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora