Ecos de Nosotras.

Capítulo 2: La Verdad en el Silencio

La audiencia se desarrollaba bajo la mirada atenta de los asistentes. El juez, un hombre de aspecto severo, dirigía la sesión con la autoridad que solo años de experiencia podrían otorgar. Las luces del auditorio iluminaban la escena, y las miradas estaban fijas en el panel, donde se encontraba Vi, lista para ser interrogada.

Caitlyn se sentó erguida en la primera fila, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros. Sabía que el testimonio de Vi sería crucial para el caso, y al mismo tiempo, su corazón latía con fuerza al tenerla tan cerca. Mientras el moderador iniciaba la sesión, una mezcla de nervios y nostalgia invadió su mente.

—Dra. Parker, ¿puede describir lo que ocurrió el día de la cirugía en cuestión? —preguntó el moderador, su voz grave resonando en la sala.

Vi, visiblemente más tranquila ahora que en su primera aparición, ajustó su bata médica. Caitlyn notó cómo su expresión se tornó seria y profesional, la cirujana que había admirado por su destreza y compromiso volviendo a la vida.

—Claro. El paciente llegó con una condición crítica. La cirugía era necesaria para salvar su vida. Todo transcurrió con normalidad, pero hubo complicaciones inesperadas. —su voz era firme, pero Caitlyn podía escuchar el ligero temblor en su tono.

—¿Y cuáles fueron esas complicaciones? —interrogó el moderador, su mirada fija en Vi.

—Una hemorragia masiva que no pudimos controlar a tiempo. —Vi se detuvo, mirando hacia el público antes de continuar—. Hicimos todo lo posible, pero el paciente no sobrevivió. La presión era alta, y el equipo estaba bajo estrés.

Caitlyn sentía que el aire se volvía más denso con cada palabra. La pasión de Vi por la medicina era evidente, pero también lo era su dolor. Era como si cada palabra que pronunciaba estaba impregnada de la carga emocional que había estado llevando. El jurado la escuchaba atentamente, y Caitlyn sabía que su papel era garantizar que su testimonio se entendiera correctamente y no se distorsionara.

Después de una serie de preguntas técnicas y situaciones de estrés en el quirófano, el moderador le cedió la palabra a Caitlyn para su contrainterrogatorio. Con cada paso que daba hacia la mesa del panel, el corazón le latía más rápido. A medida que se sentaba frente a Vi, sintió una oleada de recuerdos abrumadores.

—Dra. Parker, ¿puede aclarar cómo se manejó el estrés durante esa cirugía? —preguntó, buscando profundizar en el estado emocional de Vi durante el procedimiento.

—Nos aseguramos de seguir los protocolos establecidos, pero la presión era extrema. Había vidas en juego y el peso de las expectativas. —respondió Vi, su mirada intensa atrapando a Caitlyn.

—¿Y cómo afectó eso su juicio como cirujana? —Caitlyn podía sentir la tensión en el aire, cada palabra en el aire como un puñal.

—Hicimos todo lo posible para mantener la calma. Pero... —Vi titubeó un momento, y Caitlyn sintió que un rayo de vulnerabilidad pasaba entre ellas—. A veces, el estrés puede nublar el juicio, incluso para los mejores.

La audiencia se sumió en un silencio tenso. Caitlyn, sintiendo el peso de la mirada de todos, se dio cuenta de que Vi estaba revelando más de lo que había anticipado. La cirujana, con su fachada profesional, estaba dejando entrever la lucha interna que había estado enfrentando.

—Gracias, Dra. Parker. No tengo más preguntas. —Caitlyn terminó, sintiendo una mezcla de tristeza y admiración por la mujer que tenía frente a ella.

La audiencia continuó, pero el eco de las palabras de Vi resonó en la mente de Caitlyn. Cada respuesta, cada destello de vulnerabilidad, la acercaba más a lo que alguna vez habían compartido. Al concluir la sesión, el moderador agradeció a todos, y los asistentes comenzaron a dispersarse.