Los meses pasaron rápidamente y, antes de que lo supieran, Caitlyn y Vi estaban en medio de la organización del baby shower. La emoción de saber que no solo esperaban un bebé, sino dos gemelas, había llenado de felicidad sus días.
El baby shower fue un evento lleno de risas y amor. Rodeadas de amigos y familiares, la pareja disfrutó de cada momento. Hubo juegos, bromas y, por supuesto, la revelación del sexo fue el punto culminante.
—¡Son dos niñas! —gritó Mel, mientras los globos rosas estallaban, esparciendo confeti por todo el lugar.
—¡Gemelas! —dijo Caitlyn con una mezcla de risa y lágrimas, mientras Vi la abrazaba emocionada.
Lux y Jinx estaban celebrando como si fuera una fiesta suya, mientras Jayce intentaba hacerse cargo del caos que causaba el confeti.
—Nunca había visto a alguien tan emocionado por tanto rosa —bromeó Ekko, dándole una palmadita a Jayce en la espalda.
—Bueno, supongo que ahora soy un tío oficial de gemelas. —Jayce levantó los brazos en señal de rendición.
El tiempo pasó rápido, y después de nueve meses, Caitlyn y Vi estaban en la clínica, listas para dar la bienvenida a sus hijas al mundo. El nacimiento de Thais y Alya fue un momento que cambiaría sus vidas para siempre.
—Tienes que respirar, como lo venimos haciendo desde casa, amor, ¿si? —Vi le daba fuerzas a su esposa, quien lloraba y pujaba.
—A la cuenta de 3, pujas, concéntrate en hacerlo bien para que no lastimes a las niñas. —la doctora a cargo del parto, le hablo a Cait.—1... 2... 3... Puja, linda.
Los gritos desgarradores y guturales salian de Cait, sus manos apretaban las de Vi, quien le daba besos en la frente.
Luego de un largo y tedioso tiempo, ahí estaban.
—Son perfectas... —susurró Vi, con lágrimas en los ojos mientras sostenía a una de sus hijas.
—Trae las pulseras, Marie, antes de que nos confundamos.—Cait le dijo a la que ahora se convertiria en la nana de las niñas.
Con cuidado le pusieron las pulseras de oro a las niñas, cada una tenia la inicial de ellas, era necesario. Eran identicas.
—Se parecen mucho a ti, Vi.
—¿Cierto? Son hermosas.—dijo con aires de superioridad y ego, haciendo reir a su mujer.
Caitlyn, cansada pero feliz, no podía apartar la vista de sus dos pequeñas. Este era el futuro que habían soñado juntas, y ahora lo tenían en sus brazos.
Tres años después...
La vida con Thais y Alya era un torbellino de amor, risas y caos. Las gemelas corrían por la casa, llenando cada rincón de alegría. Cada día era una nueva aventura, y Caitlyn y Vi no podían estar más felices con su vida familiar.
—¡Alya, no te comas eso! —gritó Vi desde la cocina, mientras intentaba detener a una de las niñas de llevarse a la boca un juguete que había encontrado en el suelo. —Cait, ven a buscar a tu hija, quiero comerse todo lo que encuentra.
Cait rio pero antes de que pudiera responder, el corazón le dio un vuelco.
—Thais, dios mio, no —le dijo Caitlyn a la otra gemela, quien estaba intentando subirse al sofá de una manera no muy segura.
—Ma-ma, sí.
No es cierto, dijo Cait boquiabierta,
—Bueno, salio igual de traviesa que tu.—Vi aparecio en la sala con Alya en sus brazos comiendo una rebanada de manzana verde.
—Ay, cállate.
—Mami, agua.—Thais se bajo rapido del sofa y corrio a Vi, para extenderle sus pequeños brazos. Por suerte Vi podia cargar a ambas.
—Vamos por agua.
Ambas compartían una sonrisa cómplice. Aunque ser madres de gemelas era agotador, no cambiarían ni un solo segundo de su nueva vida.
Era una vida llena de amor, exactamente lo que siempre habían querido juntas. Y el futuro, con sus dos hijas, era brillante y prometedor.
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Ecos de Nosotras.
Fanfiction"Ecos de Nosotras" Después de años sin verse, dos mujeres que compartieron una intensa relación en su juventud se reencuentran en circunstancias inesperadas. Los ecos de su amor pasado aún resuenan en sus corazones, pero ahora deben enfrentarse a la...