Capítulo 11: Sombras en el Camino

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La tarde era cálida y despreocupada, o al menos eso parecía. Caitlyn, Vi, Jinx y Lux habían decidido tomarse un respiro de las tensiones que las rodeaban. Después de tantos días de incertidumbre, una salida al centro comercial parecía la excusa perfecta para relajarse y desconectar de la tensión que parecía enredar sus vidas.

Caitlyn, aún con la sombra de las amenazas en el aire, intentaba disfrutar el día. Se repetía mentalmente que necesitaba despejar su mente, aunque algo en su interior no dejaba de advertirle que el peligro estaba más cerca de lo que imaginaba. Vi, siempre atenta, también parecía más alerta que de costumbre, pero había decidido, por el bien de ambas, bajar la guardia lo suficiente para disfrutar el momento. Jinx y Lux caminaban un poco más adelante, intercambiando risas y comentarios en voz baja, como si la ligera brisa de esa tarde hubiera logrado disipar las preocupaciones por un rato.

—No puedo creer que haya encontrado esto, —dijo Caitlyn mientras levantaba una blusa elegante en una tienda—. ¿No crees que me queda bien?

Vi sonrió, dándole un vistazo rápido. —Te queda increíble, como siempre. —su tono suave contrastaba con la seriedad en sus ojos.

Lux y Jinx, quienes ya estaban en otra tienda, discutían animadamente sobre qué artículo comprar. Sin embargo, sin que ninguna de ellas lo notara, dos sombras discretas las observaban desde la distancia, asegurándose de no perderlas de vista. La tensión en el ambiente parecía estar escondida tras las risas y las conversaciones despreocupadas, pero el peligro acechaba justo detrás de la esquina.

Horas más tarde, después de haber recorrido buena parte del centro comercial, las chicas decidieron que era hora de volver a casa. Vi tomó las llaves de su auto mientras Jinx y Lux se alejaban, subiendo a su propio vehículo. Las parejas se despidieron con promesas de verse pronto, sin saber que algo siniestro se gestaba en las sombras.

El trayecto hacia el apartamento de Vi se sintió más largo de lo habitual. A medida que avanzaban, Caitlyn no podía evitar mirar por la ventana, sintiendo un nudo en el estómago que no podía explicar. "¿Por qué me siento así?" se preguntó. Se obligó a pensar que era solo el cansancio acumulado de la semana. Sin embargo, no pudo sacudirse la sensación de que algo iba a suceder.

Al llegar a su destino, Caitlyn suspiró con una mezcla de agotamiento y alivio. —Fue un buen día, ¿no crees? —preguntó mientras dejaba las bolsas en el sofá.

Vi asintió, aunque algo en su expresión indicaba que estaba en alerta. —Sí, pero no puedo dejar de pensar en lo que está pasando. Espero que esta paz dure.

Caitlyn se acercó y le dio un suave beso en la mejilla. —No pienses en eso ahora, amor. Estamos seguras. Pero en ese momento, como si las palabras de Caitlyn hubieran sido una señal, el teléfono de Vi sonó. Era un número desconocido.

—¿Hola? —respondió Vi, su tono serio.

La voz al otro lado era agitada, urgente. "Vi, algo pasó. Jinx y Lux... fueron atacadas."

El corazón de Vi se detuvo. "¿Qué? ¡¿Dónde están?! ¿Qué pasó?!"

—Es Jinx... —Vi no pudo ocultar el pánico en su voz mientras recibía más detalles—. Han sido atacadas. Jinx está muy mal.

Caitlyn palideció. Todo su cuerpo se tensó, y el aire a su alrededor pareció volverse más pesado. Sentía una creciente ola de culpa que empezaba a ahogarla. —Es mi culpa, —murmuró, apenas audible.

Vi, aún en estado de shock, reaccionó. Tomó a Caitlyn de los hombros con firmeza. —No, amor. No es tu culpa. No podíamos saberlo. Pero sus palabras no parecían calmar el dolor en los ojos de Caitlyn.

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