Capítulo 19 - Parte 1: Un Futuro Brillante

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La ceremonia de la boda entre Caitlyn y Vi fue todo lo que siempre habían soñado y más. Bajo el cielo despejado de la misma isla paradisíaca en la que se habian comprometido, el sonido de las olas rompiendo suavemente en la orilla servía de banda sonora para el momento más feliz de sus vidas. Las luces cálidas iluminaban la pasarela de flores que recorría el camino hacia el altar, donde ambas estaban a punto de prometerse amor eterno frente a sus amigos más cercanos y sus familias.

Vi, con un traje blanco impecable que resaltaba su estilo único y decidido, estaba de pie junto a Jayce, su mejor amigo y padrino. Su corazón latía rápido, pero no por nervios, sino por la emoción pura de saber que estaba a punto de unir su vida para siempre con la mujer que amaba más que a nada en el mundo. Jayce, con una sonrisa de confianza, le dio una palmadita en la espalda.

—Tranquila, Vi. No puedes verte más lista para esto —bromeó, mientras le guiñaba un ojo.

—¿Lista? He estado esperando este momento desde que conocí a Cait. —Vi sonrió, aunque no podía evitar mirar el altar con expectación.

Mientras tanto, Caitlyn estaba junto a Lux, quien no dejaba de hacer comentarios sobre lo impresionante que se veía en su vestido de novia.

—Cait, si Vi no se desmaya cuando te vea, será un milagro. Estás deslumbrante. —Lux la miró de arriba abajo con admiración.

—Gracias, Lux, pero no exageres —respondió Caitlyn, aunque no podía ocultar la sonrisa. Se sentía hermosa, pero más que eso, se sentía completa.

Cuando Caitlyn apareció frente al altar, el silencio se extendió por el lugar. Todos los ojos estaban puestos en ella, pero a Vi solo le importaba una cosa: la mirada que Caitlyn le devolvía. Una mezcla de amor profundo y calma inundó a ambas cuando se encontraron bajo el arco de flores blancas y lilas.

—Nunca imaginé que podría ser tan feliz —susurró Vi cuando finalmente estuvieron una frente a la otra.

—Lo somos —respondió Caitlyn, sin poder apartar la mirada de Vi.

El intercambio de votos fue sincero y emotivo. Las lágrimas no faltaron cuando se pronunciaron las promesas que ambas habían preparado, dejando claro a todos los presentes que su amor era fuerte y resistente, a pesar de todo lo que habían enfrentado juntas.

—¡Que vivan las novias, carajo!—Jinx grito cuando las novias, ahora esposas, se dieron el beso para sellar su amor.

—¡Jinx! Comportate.

—Ay, Lux, aguafiestas. No ves que la que se casa es la bola de fuego. ¿Quien lo diria? Hace meses estaba de muerte lenta, sumida al alcohol.—sonrio para si misma, orgullosa de su hermana.

Después de la ceremonia, la fiesta se desarrolló con la alegría desbordante de sus seres queridos. Jayce y Mel no dejaron de bromear entre ellos, lo que no pasó desapercibido.

—¿Entonces, Jayce? ¿Cuándo piensas hacerle la gran pregunta a Mel? —preguntó Ekko, levantando una ceja, mientras Milo soltaba una carcajada.

—Oh, no. Ni lo intentes, Ekko —respondió Jayce con una risa nerviosa—. Esto es sobre Caitlyn y Vi. No me robes el protagonismo, amigo.

—¿Protagonismo? Por favor. Sabemos que llevas un anillo en el bolsillo desde hace semanas —Mel lo miró con una sonrisa cómplice.

—¿Y qué si es verdad? —Jayce intentó mantener la compostura—. Lo que importa es que tú lo sepas.

Las risas se extendieron por toda la mesa. Caitlyn y Vi no pudieron evitar sonreír al ver cómo sus amigos disfrutaban de la noche, sintiendo que, finalmente, todo estaba en su lugar.

Dos meses después...

Las primeras semanas de casadas habían sido como un sueño. Caitlyn y Vi, ahora más unidas que nunca, compartían todo: sus días de trabajo, sus noches relajadas en casa y, sobre todo, la sensación de haber construido una vida juntas. Pero había una conversación que ambas sabían que debían tener.

Una noche tranquila, mientras descansaban en la terraza de su casa, Vi se decidió a sacar el tema.

—Cait, he estado pensando en algo... —dijo Vi, girándose para mirarla a los ojos—. Sobre nuestra familia.

—¿Familia? —Caitlyn la miró, sabiendo exactamente hacia dónde iba la conversación—. ¿Estás pensando en lo mismo que yo?

—Creo que sí. —Vi sonrió nerviosa—. Hemos hablado sobre tener hijos antes, y quiero que lo hagamos juntas. Creo que es el momento adecuado.

Caitlyn asintió, con una emoción creciente en su pecho.

—También he estado pensando en eso. Creo que... el método ropa sería perfecto para nosotras. Quiero que ambas seamos parte de este proceso, de crear nuestra familia.

Vi tomó la mano de Caitlyn, apretándola con cariño.

—Entonces, ¿lo hacemos?

—Sí, amor, lo hacemos —respondió Caitlyn, con una sonrisa que no podía contener.

Era el comienzo de una nueva etapa para ambas, una en la que expandirían su amor en una familia.

Ecos de Nosotras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora