El sol se filtraba a través de las ventanas del tribunal, iluminando el ambiente con una luz cálida. Caitlyn Kiramman estaba sentada en su oficina, revisando documentos. La audiencia final de la demanda estaba programada para ese día, y aunque había estado trabajando arduamente para prepararse, la tensión se sentía en el aire. Su mente, sin embargo, no podía evitar divagar hacia Vi, la mujer que había comenzado a ocupar un lugar importante en su corazón.
Con un suspiro profundo, Caitlyn decidió que era momento de concentrarse. Había luchado demasiado para dejar que sus emociones la distrajeran en el último momento. Mientras revisaba sus notas, el timbre del teléfono la sacó de sus pensamientos. Era un mensaje de Vi: "Mucha suerte hoy. Estaré allí".
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Caitlyn. A pesar de los altibajos que habían experimentado, saber que Vi la apoyaría le daba energía. Después de un breve momento de nerviosismo, Caitlyn se dirigió al tribunal, lista para dar lo mejor de sí.
La sala del tribunal estaba llena de murmullos, y Caitlyn se sintió un poco abrumada al ver a su madre sentada en la primera fila, ofreciendo un gesto de aliento. Tomó una respiración profunda y se centró en su cliente, Gina, que estaba nerviosa pero decidida.
La audiencia comenzó, y Caitlyn se puso de pie, presentando su caso con claridad y firmeza. Había preparado un argumento sólido y bien fundamentado, y mientras hablaba, se sintió cada vez más segura. Había años de preparación detrás de este momento, y estaba decidida a hacer justicia.
Las horas transcurrieron con la tensión de la audiencia en aumento. Vi, que había estado en la sala desde el principio, observaba con atención a Caitlyn. Cada vez que la abogada hacía una pausa para tomar aliento, Vi se sentía como si el mundo se detuviera. La confianza de Caitlyn brillaba, pero en el fondo de su mente, Vi no podía evitar que un rayo de celos la atravesara cuando vio a Gina sonreírle a Caitlyn con admiración.
La audiencia llegó a su fin, y el juez se retiró para deliberar. Los murmullos de los presentes llenaban el aire, y Caitlyn sintió una mezcla de alivio y ansiedad mientras se sentaba junto a Gina.
—Lo hiciste muy bien, Caitlyn. —dijo Gina, su voz llena de admiración.
—Gracias. Solo espero que el juez haya entendido lo que estamos tratando de lograr. —respondió Caitlyn, sintiendo un nudo en el estómago.
En ese momento, Vi entró en la sala, su mirada buscándola. Cuando sus ojos se encontraron, Caitlyn sintió que todo el estrés del día se desvanecía. Vi sonrió, y ese simple gesto le dio a Caitlyn una renovada fuerza.
Después de lo que pareció una eternidad, el juez regresó y todos se pusieron en pie. La sala se llenó de silencio mientras el juez tomaba su asiento.
—He llegado a una decisión. —comenzó el juez, mirando a la sala. —Este caso ha sido complicado y ha generado emociones intensas. Sin embargo, después de considerar todas las pruebas y testimonios, he decidido a favor de la demandante.
Un murmullo de sorpresa recorrió la sala. Caitlyn sintió una ola de euforia y alivio. Gina se cubrió la boca con las manos, los ojos brillantes de lágrimas.
—Lo logramos. —dijo Caitlyn, sonriendo con alegría.
—Todo fue gracias a ti, Cait. —le respondió Gina, dándole un abrazo lleno de esperanzas.
Una vez que la audiencia concluyó, Caitlyn se encontró rodeada por colegas y amigos que la felicitaban. Vi se acercó, y sin pensarlo, Caitlyn la abrazó.
—Gracias por estar aquí, Vi. Tu apoyo significa mucho. —dijo Caitlyn, sintiendo la calidez del abrazo.
—Siempre estaré aquí para ti, Caitlyn. —respondió Vi, su voz suave y llena de emoción.
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Ecos de Nosotras.
Fanfiction"Ecos de Nosotras" Después de años sin verse, dos mujeres que compartieron una intensa relación en su juventud se reencuentran en circunstancias inesperadas. Los ecos de su amor pasado aún resuenan en sus corazones, pero ahora deben enfrentarse a la...