Era temprano en la mañana cuando Vi se miró al espejo, ajustándose el cuello de la camisa que llevaba bajo su chaqueta formal. Sus ojos reflejaban una mezcla de determinación y nerviosismo. Sabía que el día de hoy no solo marcaría el fin de una etapa oscura de sus vidas, sino también el comienzo de algo nuevo. No había sido fácil llegar hasta aquí; las amenazas, los recuerdos del secuestro, todo pesaba sobre sus hombros, pero hoy iban a ponerle fin.
Caitlyn estaba junto a ella, revisando documentos en silencio. Aunque su rostro permanecía sereno, Vi podía notar la tensión en la rigidez de sus movimientos. La abogada había sido la clave para desmantelar el imperio del narcotraficante, pero hoy sería diferente: hoy sería la testigo principal.
—Estás hermosa —dijo Vi suavemente, acercándose por detrás y colocando las manos sobre los hombros de Caitlyn. La abogada levantó la vista del papel y le sonrió.
—Gracias, amor. —Su voz era suave, pero Vi podía sentir el cansancio en ella. Cait había estado trabajando incansablemente en el caso, y aunque Vi admiraba su fuerza, también sabía que ese día sería un desafío emocional.
El tribunal estaba lleno. La presencia de Jinx y Caitlyn como testigos, junto con otros implicados en el caso, había atraído a una multitud de periodistas y curiosos. A pesar de los meses que habían pasado, las cicatrices del secuestro aún eran palpables, no solo para Caitlyn, sino para todos los que la habían acompañado en esos oscuros momentos.
Vi estaba sentada junto a Cait, con una mano sobre la de ella, mientras Jinx, a su otro lado, parecía más seria que de costumbre. Sabía lo difícil que era para Jinx estar allí, pero su hermana había demostrado una increíble fortaleza en estos meses. No podían flaquear ahora.
Uno a uno, fueron llamados al estrado. Caitlyn habló con la convicción de una mujer que sabía lo que estaba en juego, relatando los detalles del caso sin dejarse intimidar por la defensa. Vi la observaba con orgullo, pero también con preocupación, viendo cómo sus recuerdos revivían durante el interrogatorio.
—Lo hiciste increíble, Cait —le susurró Vi una vez que volvió a sentarse junto a ella. Caitlyn le dio un apretón de manos, sabiendo que pronto todo esto acabaría.
Cuatrono meses después...
La vida había retomado su curso, pero ahora con una tranquilidad que antes parecía imposible. El narcotraficante y su red habían sido desmantelados por completo, y el juicio había terminado con una condena que les daba la paz que tanto necesitaban.
Vi estaba parada frente al espejo otra vez, pero esta vez había una sonrisa diferente en su rostro. Sostenía una pequeña caja de terciopelo entre sus manos, en su interior un anillo brillante. El plan era claro: pedirle matrimonio a Caitlyn. Y para hacerlo, había organizado algo especial, una escapada a una isla paradisíaca donde estarían rodeadas de las personas más importantes de sus vidas.
Había sido una sorpresa difícil de mantener en secreto. Vi había trabajado con Mel para coordinar todo; Jayce se había ofrecido a organizar el transporte privado, y Ekko, Milo, Claggor, y Lux estaban emocionados por la noticia. La familia de Vi, Jinx, Vander y Mira, también estarían allí, y por supuesto, los padres de Caitlyn no podían faltar.
El viaje estaba planeado para la semana siguiente. Vi tenía los nervios a flor de piel, pensando en cómo sería ese momento en la playa, con las olas como telón de fondo y el anillo en su mano. Lo había imaginado mil veces, pero cada vez que lo hacía, sentía que su corazón latía un poco más rápido.
—Espero que todo salga perfecto —murmuró Vi mientras cerraba la caja y la guardaba en su chaqueta. Se acercó a Caitlyn, quien estaba en la cocina preparando café.
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Ecos de Nosotras.
Fanfiction"Ecos de Nosotras" Después de años sin verse, dos mujeres que compartieron una intensa relación en su juventud se reencuentran en circunstancias inesperadas. Los ecos de su amor pasado aún resuenan en sus corazones, pero ahora deben enfrentarse a la...