Las semanas pasaron como un susurro, y la relación entre Caitlyn y Violet se sentía como una melodía que resonaba en sus corazones. Aunque no vivían juntas, siempre encontraban la oportunidad de estar juntas, y ninguna de las dos parecía verse afectada por la falta de una convivencia formal. Sus mundos, aunque distintos, se entrelazaban en una danza constante de risas, apoyo y complicidad.
Las noches de videojuegos y cenas compartidas eran un refugio en medio del bullicio de sus vidas profesionales, que estaban marcadas por la presión y las expectativas de sus familias adineradas. Era un lujo que podían permitirse, y ambas lo apreciaban.
Una tarde, después de una larga jornada de trabajo, Caitlyn estaba sentada en su elegante oficina con una vista impresionante de la ciudad. La luz del atardecer iluminaba su rostro mientras le daba vueltas a un caso complicado. No obstante, sus pensamientos no se centraban solo en la ley. La imagen de Vi sonriendo, con esa chispa traviesa en los ojos, la distraía con frecuencia.
Mientras se sumía en sus pensamientos, su teléfono vibró. Era un mensaje de Jinx en el grupo que mantenían todos.
—¡Hey, Lux y yo estamos organizando una cena en nuestra casa este fin de semana! Quiero que vengan. ¡Caitlyn, tú también!
Caitlyn sonrió al leerlo. Sabía que las noches con Jinx y Lux siempre eran emocionantes y, a menudo, un buen alivio de la presión de su trabajo.
A medida que la semana avanzaba, la anticipación de la cena crecía. Sin embargo, también había una sensación de inquietud en el aire. Las inseguridades de Vi comenzaban a hacer eco en la mente de Caitlyn, y no podía evitar preguntarse si había algo más profundo que debían abordar.
El día de la cena llegó rápidamente. Caitlyn se arregló con un vestido elegante color negro que acentuaba su figura, sus tacones So Kate de Louboutin y después de un último vistazo al espejo, salió de su apartamento y se dirigió al coche.
Había quedado con Vi en que ella iría a casa de sus padres luego de salir de la oficina, ya que no había ido casi esta ultima semana y de ida a la casa de su hermana, pasaría por ella.
—Te ves muy linda, cariño. —dijo Cassandra al ver a su hija bajandose de su auto.
—Oh, gracias, madre. —se acercó a su madre y dejo un beso en su cachete —Debo imaginar que papá esta de viaje, cierto?
Cassandra suspiro con gracia, su esposo no dejaba de viajar, parecía más casado con el trabajo que con ella misma.
—Imaginas bien, ¿Qué haces por acá? —dijo al cerrar la puerta pesada.
—Vine a recoger un poco de ropa, seguro me quede con Vi unos días más y debo tener ropa suficiente. Además, sabes que en mi apartamento tengo prácticamente solo ropa para ir al trabajo.
Su madre rio levemente y supo lo qué diría: "Ya deberían oficializar eso de que vives con ella."
—Ya sabes lo que voy a decir, ya deben hablarlo y determinar si seguiran así. —su madre se sentó al borde la cama mientras observaba como su hija recogia algo de ropa.
—Por mí, me mudo con ella hoy mismo, pero sé que aun hay cosas que atormentan a Vi, y a mi también. —dejo caer su cuerpo en la cama mirando al techo pensativa— Se la lucha que lleva dentro de ella, y aun faltan tantos pasos que dar que siento que no es el momento para empezar a vivir del todo juntas. No quiero que sienta que la presiono para que las cosas sigan.
—Debes tener paciencia, el amor no es facil, querida.
Caitlyn suspiró profundamente al quedar sola en su habitación, debía luchar también por Vi, quería hacerlo. Tenía presente que debían hablar sobre vivir juntas, pero sentía que por ahora todo marchaba bien de la manera en la que lo estaban manejando.
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Ecos de Nosotras.
Fanfiction"Ecos de Nosotras" Después de años sin verse, dos mujeres que compartieron una intensa relación en su juventud se reencuentran en circunstancias inesperadas. Los ecos de su amor pasado aún resuenan en sus corazones, pero ahora deben enfrentarse a la...