Capítulo 5: Nuevos Comienzos

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La luz del sol iluminaba la habitación con un brillo dorado. Caitlyn despertó con una suave sensación de calidez, recordando que la noche anterior se había quedado dormida en el sofá después de una larga jornada de trabajo. Mientras se acomodaba, recordó cómo Vi había sido la que, con cuidado y ternura, la había levantado y llevado a su habitación, acostándola suavemente en la cama. Vi había optado por dormir en el pequeño sofá que había en su habitación, asegurándose de que Caitlyn estuviera cómoda y bien.

Ahora, en la luz de la mañana, Caitlyn sintió una oleada de gratitud. La imagen de Vi, tranquila y amable, siempre dispuesta a cuidar de ella, le hizo sonreír. Sin embargo, también había una chispa de preocupación en su corazón. Sabía que Vi aún lidiaba con sus propios demonios y quería estar ahí para ella.

Ambas se encontraban sentadas en el sofá, cada una con una taza de café humeante en la mano, disfrutando de un tranquilo domingo por la mañana. A pesar de que el día prometía ser relajado, había un aire de expectativa en el ambiente.

Vi, que estaba mirando su teléfono, dejó escapar una risa. —Mira esto. Jinx acaba de publicar otro meme ridículo sobre los estudiantes de medicina. Dice que si estudias más de 12 horas, deberías recibir un diploma de "Supervivencia" en lugar de un título.

Caitlyn sonrió, sintiéndose ligera. —Me parece que tiene razón. ¿Tú recibiste uno por sobrevivir a la facultad de medicina?

—¡Claro! Y creo que lo perdería en el camino. —respondió Vi, con una risa burlona.

Mientras hablaban, el tono de la conversación se tornó más ligero, casi juguetón. La cercanía entre ambas había crecido en las últimas semanas. Caitlyn no podía evitar notar cómo Vi había estado esforzándose por mantener su vida en equilibrio, especialmente en su lucha contra el alcohol.

—Oye, deberíamos invitar a Jinx y a los demás. Tal vez un juego de cartas o algo así. —sugirió Caitlyn, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo.

Vi se inclinó hacia adelante, interesada. —Eso suena divertido. Pero ten cuidado. Jinx puede hacer que cualquier juego se convierta en una competencia de locura.

—¿Quién más debería venir? —preguntó Caitlyn, sintiendo que la idea estaba tomando forma.

Vi pensó por un momento. —Bueno, definitivamente necesitamos a Ekko, es el único que puede mantenerse al día con Jinx. Y Milo, siempre es un buen tiempo. No sé si Claggor se unirá, pero podríamos intentarlo.

Caitlyn levantó una ceja, curiosa. —¿Claggor? ¿El mismo que siempre está hablando de sus teorías de conspiración?

—Sí, pero es divertido escucharlo. Siempre tiene una perspectiva única sobre las cosas. —Vi se encogió de hombros, riendo. —Además, nunca sabes cuándo puedes necesitar una conspiración en tu vida.

A medida que el día avanzaba, Vi se encargó de enviar mensajes a su grupo de amigos. Caitlyn observó a Vi, sintiéndose cada vez más atraída por su esencia vibrante. Era obvio que Vi estaba esforzándose por mantener su vida en equilibrio, y Caitlyn admiraba eso.

Cuando los amigos llegaron, el ambiente se llenó de risas y energía. Jinx fue la primera en entrar, su cabello de colores brillantes reflejando su personalidad única.

—¡Hey, gente! Estoy lista para ganar! —gritó Jinx, moviendo los brazos como si estuviera en un escenario.

Milo la siguió, con una gran sonrisa en el rostro. —¿Estás lista para perder, Jinx?

—Nunca he perdido, Milo. Solo me he retrasado un poco. —respondió Jinx, sacando una baraja de cartas de su mochila.

Ekko llegó un momento después, con una expresión de diversión. —Si Jinx se convierte en la reina del caos, yo me aseguraré de que tengamos un plan de emergencia.

Ecos de Nosotras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora