Eloise bajaba las escaleras a toda velocidad, el corazón le latía desbocado. La mezcla de incredulidad y furia llenaba cada uno de sus movimientos. ¿Cómo era posible que Selena, aquella mujer que parecía tan encantadora, estuviera robando el diamante de los Bridgerton? ¿Cómo era posible que Anthony hubiera confiado en ella tan ciegamente? Llegó al salón con el rostro encendido, buscando desesperadamente a su hermano entre la multitud.
—¡Anthony! —gritó Eloise, sin preocuparse por las miradas curiosas de los invitados—. ¡Anthony, necesito hablar contigo!
Anthony, que estaba en medio de una conversación con Benedict, alzó la vista hacia su hermana, sorprendido por su tono urgente. Algo no iba bien.
—¿Qué ocurre, Eloise? —preguntó mientras se acercaba, la preocupación empezando a instalarse en su pecho.
Eloise lo agarró del brazo, tirando de él hacia una esquina más alejada del bullicio. Su mirada, habitualmente serena, estaba llena de una intensidad que Anthony rara vez había visto en ella.
—Es Selena —dijo, sin preámbulos—. La encontré en tu despacho... robando el diamante.
Anthony la miró con el ceño fruncido, como si no hubiera entendido bien lo que acababa de escuchar.
—¿Qué...? —balbuceó, sacudiendo la cabeza—. Eso es imposible. ¿Qué estás diciendo?
—Lo que oíste —replicó Eloise, su tono firme—. Estaba allí, con las manos sobre la vitrina. La vi con mis propios ojos.
Por un instante, Anthony permaneció en silencio, procesando las palabras de su hermana. No podía creerlo, no quería creerlo. Selena, la mujer que había logrado abrirse paso en su vida, en su corazón, ¿robando el diamante de su familia? ¿Cómo podía ser cierto?
—¿Dónde está ahora? —preguntó al fin, su voz tensa.
—Aún está en el despacho, pero no podemos esperar más. Tenemos que hacer algo —respondió Eloise, dando un paso hacia la escalera. Anthony la siguió, sin dar crédito a lo que estaba ocurriendo.
Mientras tanto, arriba en el despacho, Selena se encontraba paralizada. Las palabras de Eloise aún resonaban en su mente: Anthony confía en ti, y así es como lo traicionas. La sensación de haber sido atrapada la abrumaba. No era esto lo que quería. Había decidido robar el diamante para evitar algo mucho peor. Si Ron y Carlo lo robaban, usarían la violencia, y no podía soportar la idea de que alguien resultara herido por su culpa. Pero ahora, todo se había derrumbado, y estaba atrapada.
De repente, escuchó pasos apresurados en el pasillo. La puerta del despacho se abrió de golpe y allí estaba Carlo, con una expresión furiosa en el rostro.
—¿Qué demonios te pasa, Selena? —gruñó—. Llevas demasiado tiempo aquí. Ron está impaciente, y no tenemos todo el maldito día.
Selena se dio la vuelta, enfrentándose a él.
—No puedo hacerlo, Carlo —dijo, su voz temblando—. Anthony... Eloise... me han descubierto.
Carlo la miró con desprecio, como si no pudiera creer lo que estaba oyendo.
—¿Cómo que te han descubierto? ¡¿Dónde está la chica de la que me enamoré?! —espetó, acercándose rápidamente a la vitrina—. No pienso esperar más. Si no lo haces tú, lo haré yo.
Selena intentó detenerlo, agarrando su brazo.
—No lo hagas, por favor. No así. Si te llevas el diamante, toda la familia se verá involucrada. Esto va a explotar de la peor manera.
Carlo la apartó de un empujón, su paciencia agotada.
—¿Tienes idea de lo que Ron hará si volvemos con las manos vacías? ¿O creías que podías traicionarnos y salir indemne? No eres tan especial como crees, Selena.
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Entre luces y sombras (Anthony Bridgerton)
FanfictionEntre la sofisticación de la alta sociedad y el misterio de la noche, el vizconde Bridgerton se ve envuelto en una enigmática relación con una ladronzuela que desafía las reglas de su mundo.