Dudas

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Justo cuando Anthony se encontraba sumido en la intensidad del momento, el sonido de una voz familiar lo sacudió como un cubo de agua fría.

—Vizconde Bridgerton, ¿me permitiría bailar el siguiente con mi querida Selena? —Carlo apareció junto a ellos, con su sonrisa afable y su tono despreocupado, pero sus ojos brillaban con una intensidad que no pasó desapercibida para Anthony.

Selena, que hasta el momento había estado concentrada en Anthony, dio un pequeño paso hacia atrás, la tensión en el aire palpable. Ambos hombres intercambiaron miradas cargadas de una hostilidad contenida, aunque Carlo seguía manteniendo su tono ligero.

—Carlo, no sabía que eras tan amante del baile —replicó Anthony con una sonrisa tensa, sin apartar la mirada de él.

Carlo inclinó la cabeza levemente, sin dejar de sonreír, pero en su tono había una ligera burla.

—Oh, me encanta bailar, especialmente cuando es con alguien tan encantadora como Selena. —Su mano se extendió hacia ella de manera teatral—. Además, no podía evitar notar lo acaramelados que estaban... pensé que un pequeño cambio de pareja podría ser justo lo que necesitaban.

Anthony sintió un nudo de frustración apretarse en su pecho. Sabía que Carlo estaba jugando con él, provocándolo, y lo peor de todo era que lo estaba logrando.

—Qué considerado de tu parte —respondió Anthony, su voz firme pero cargada de un sarcasmo apenas contenido.

Selena, que había permanecido en silencio, observaba la escena con cautela, sintiendo cómo la tensión crecía entre los dos hombres. A pesar de la sonrisa despreocupada de Carlo, sabía que, en el fondo, sus palabras escondían algo más. Y Anthony... él estaba intentando mantener la compostura, pero ella podía ver el brillo en sus ojos, ese destello de celos que se mezclaba con su preocupación.

Finalmente, Selena habló, intentando aliviar la tensión.

—No quiero causar más problemas, caballeros. Tal vez lo mejor sea que ambos se relajen —dijo, con una media sonrisa que buscaba calmar los ánimos.

Pero Carlo no estaba dispuesto a dejar las cosas así. Dio un paso adelante, ignorando a Anthony por completo, y miró a Selena directamente a los ojos.

—Selena, querida —dijo, con su característico tono suave, pero cargado de intenciones—. Sería un honor para mí si aceptas este baile.

Selena lo miró, sin saber muy bien qué hacer. Sabía que tanto Carlo como Anthony estaban midiendo fuerzas de una manera sutil pero evidente, y aunque la decisión estaba en sus manos, cualquier elección que tomara sería como echar leña al fuego.

Antes de que pudiera responder, Anthony dio un paso adelante, interrumpiendo el momento.

—Me temo que la señorita está ocupada, Carlo —dijo con una firmeza que no dejaba lugar a dudas. La sutil tensión se convirtió en algo más palpable. Anthony estaba marcando territorio, aunque sabía que no debía. Pero Carlo no era alguien que se echara atrás fácilmente.

—Oh, entiendo, Vizconde. —Carlo bajó la mano y sonrió—. Aunque sospecho que nuestra querida Selena es lo suficientemente independiente para decidir por sí misma.

Selena se dio cuenta de que no había forma de evitar el enfrentamiento. Sabía que Carlo la estaba usando para molestar a Anthony, pero también sabía que, de alguna manera, ambos hombres estaban luchando por ella, cada uno a su manera.

Respiró hondo, mirando a los dos hombres antes de tomar la mano de Carlo.

—Un baile no hará daño a nadie, ¿verdad, Anthony? —dijo, con una dulzura que intentaba desarmar la situación, pero al mismo tiempo consciente del torbellino que estaba desatando.

Entre luces y sombras (Anthony Bridgerton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora