Carlo

226 24 2
                                    

Anthony paseaba por las calles empedradas del barrio, su mente divagando entre los asuntos cotidianos de la familia Bridgerton y algo mucho más personal, algo que no había podido quitarse de la cabeza desde aquel baile. Desde que la había visto en aquel estado, robando, escapando por la ventana con un beso furtivo que lo había dejado completamente desarmado. Selena.

No sabía exactamente por qué había salido a pasear por esa zona en particular, pero algo lo empujaba a buscarla, aunque no quería admitirlo. ¿Qué demonios me pasa?, pensaba mientras ajustaba el cuello de su chaqueta, caminando con paso firme. Era como si una fuerza invisible lo guiara hacia ella, una mezcla de curiosidad y un deseo incontrolable de comprender lo que lo atraía tanto de esa mujer.

Cuando por fin la vio, a lo lejos, el aire casi se le atascó en los pulmones. Allí estaba, de pie en una esquina, hablando con alguien. Anthony frunció el ceño, observando la escena desde una distancia prudente. No quería parecer un acosador, pero tampoco podía resistirse a acercarse. Sin embargo, antes de que pudiera dar otro paso, algo ocurrió que lo dejó paralizado.

Un hombre alto, con una figura imponente, se acercó a Selena, y, sin previo aviso, la levantó del suelo en un abrazo que parecía estar lleno de familiaridad. Anthony se quedó helado, incapaz de intervenir, su estómago se revolvió de una manera que no reconocía. ¿Quién es él?.

Selena, por su parte, se quedó completamente sorprendida al ver a Carlo aparecer de repente frente a ella. Su corazón dio un vuelco, una mezcla de alegría y confusión. Hacía años que no lo veía, y no podía creer que estuviera de vuelta, justo en ese momento, cuando todo en su vida parecía estar patas arriba.

—¡Carlo! —exclamó, su voz entre sorprendida y emocionada, cuando él la levantó en un abrazo. Durante algunos segundos, se dejó llevar por la nostalgia de lo que alguna vez habían compartido.

Carlo. Él había sido su primer amor, su único amor verdadero, hasta que la vida los separó. Se habían conocido cuando ambos eran apenas unos adolescentes. Carlo, un joven italiano apasionado y carismático, había llegado a Inglaterra buscando oportunidades, y ambos se encontraron en medio de la vida turbulenta de las calles. Selena, en aquel entonces, era aún más ingenua, pero siempre fuerte, con ese carácter indomable que la definía.

Durante años, habían compartido un romance apasionado. Carlo era todo lo que Selena había soñado alguna vez, y juntos vivieron aventuras, robos planeados con destreza y noches de caricias bajo la luna. Pero como todo en su vida, no podía durar para siempre. Un día, Carlo tuvo que marcharse, regresar a Italia para atender asuntos familiares. Se despidieron con promesas de volver a encontrarse, pero Selena sabía, en lo más profundo de su corazón, que esa despedida sería definitiva. El mundo del que ambos venían no permitía un futuro juntos.

Y ahora, después de tanto tiempo, aquí estaba, frente a ella, con la misma sonrisa encantadora que recordaba, pero con algo diferente en sus ojos. Un destello de madurez, tal vez. O quizás algo más oscuro que antes no estaba ahí.

—¿Qué haces aquí? —preguntó ella cuando Carlo la bajó de nuevo al suelo. Sus ojos buscaban respuestas en los de él, mientras su mente luchaba por procesar todo lo que sentía.

—He vuelto a por ti, mia cara —respondió Carlo en italiano, con esa voz grave que aún hacía que el corazón de Selena latiera más rápido—. No podía quedarme lejos. No después de todo lo que compartimos.

Selena sintió un nudo formarse en su garganta. Había sido mucho tiempo, demasiadas cosas habían cambiado. Ella ya no era la misma chica que él había dejado atrás. Ahora, su vida estaba marcada por nuevas responsabilidades, por decisiones que la habían llevado a un camino mucho más oscuro.

Entre luces y sombras (Anthony Bridgerton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora