CAPÍTULO 01

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01. Como Si No Valiera Nada.

El sol de mediodía brillaba con una intensidad casi abrumadora, proyectando sombras largas y nítidas sobre el suelo de la base naval. A pesar de la luz cegadora, mi corazón palpitaba con una mezcla de nerviosismo y orgullo que eclipsaba cualquier preocupación por la temperatura. Hoy era el día que había esperado durante años: mi ascenso a teniente.

Los uniformes impecables y las medallas brillantes de mis compañeros oficiales resaltaban en la ceremonia que se llevaba a cabo en el patio central de la base. Cada uno de nosotros estaba alineado, erguido y esperando nuestro turno para recibir la promoción. Las palabras de nuestro superior, el almirante Allen, resonaban en el aire, pero mi mente estaba distraída. Estaba buscando a Allison, mi prometida, entre el mar de rostros conocidos y desconocidos.

El almirante Allen, un hombre de estatura imponente y voz profunda, hacía un repaso breve de los méritos y logros de cada uno de nosotros. Mi corazón se aceleraba a medida que se acercaba mi turno. A mi lado, mi suegro, el comandante Garza, supervisaba el evento con su habitual aire de autoridad y seriedad. Aunque intentaba parecer impasible, la tensión en su rostro revelaba que también estaba ansioso por este momento.

La ceremonia continuó con un ritmo metódico. Mi nombre finalmente fue anunciado, y un rugido de aplausos llenó el aire mientras me acercaba al podio. Aunque el orgullo era palpable en el ambiente, un pensamiento persistente me distraía: Allison no estaba ahí. Mi mente intentó buscar explicaciones lógicas, pero la preocupación no daba tregua.

Subí al podio, y el almirante me miró con una expresión de satisfacción mientras comenzaba a hablar sobre mi trayectoria y mis logros. Sus palabras eran una mezcla de elogios y formalidades, pero yo apenas las escuchaba. Mi mente estaba completamente ocupada en buscar a Allison en el público.
Subí al podio, y el almirante me miró con una expresión de satisfacción mientras comenzaba a hablar sobre mi trayectoria y mis logros. Sus palabras eran una mezcla de elogios y formalidades, pero yo apenas las escuchaba. Mi mente estaba completamente ocupada en buscar a Allison en el público.

- Es un honor para mí destacar hoy a un miembro ejemplar de nuestra institución. Su dedicación y desempeño han sido sobresalientes y un modelo de excelencia- inició-. A lo largo de su carrera, ha demostrado una capacidad inigualable para liderar en circunstancias desafiantes y una persistencia que ha contribuido de manera significativa a nuestras operaciones...

De reojo, pude ver a mi suegro. Su presencia era una combinación de orgullo paternal y una rigurosa evaluación profesional. La tensión en su rostro me decía que estaba esperando ver cómo me desenvolvía en este momento crucial. A pesar de todo, la preocupación por la ausencia de Allison no me abandonaba.

Finalmente, el almirante concluyó su discurso, el mismo que dejé de escuchar en medio de mi busca al rostro de mi prometida, y colocó la insignia de teniente en mi uniforme. Sentí un torrente de emociones mientras me percataba de aquel símbolo que representaba mi nuevo rango. Los aplausos resonaron de nuevo, y me limite a saludar al almirante y al público. Las fotos fueron tomadas, y las felicitaciones comenzaron a llegar en oleadas. Quise disfrutar de la celebración y el reconocimiento, pero mi mente seguía volando hacia la ausencia de mi novia.

DEL AMOR Y DEL MAR || GIOWTTPD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora