CAPÍTULO 06

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06. Pensando En Ti.

Estaba sentada en mi mesa de trabajo, intentando concentrarme en el diseño que tenía enfrente, pero mi mente no podía dejar de divagar. El ruido del taller de costura, que normalmente me calmaba, hoy parecía distante, como si todo a mi alrededor estuviera un poco fuera de foco.

Tengo novio y según yo lo amo. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él?

— ¿Qué pasa, Bailey? —escuché la voz de Vera, y me giré para verla sentarse a mi lado, con su típica sonrisa curiosa—. Tienes cara de estar en otro planeta.

Solté un suspiro y dejé caer el lápiz que había estado girando entre mis dedos.

— Es que… no sé, Vera —comencé, pero no sabía por dónde empezar—. ¿Recuerdas la fiesta a la que mamá me obligó a asistir?— cuestioné y ella asintió.— conocí a alguien.

Vera arqueó una ceja y sonrió de inmediato, visiblemente emocionada.

— ¿Alguien? ¿Qué pasa con Matt?

Negué rápidamente con la cabeza. Solo pensar en Matt me hacía sentir una presión extraña en el pecho. Era un sol, perfecto, amable y todo el mundo lo adoraba. Pero no era de él de quien no podía dejar de pensar.

— Es otro chico... su nombre es Agustín. Amanda me lo presentó y… —me detuve, sintiéndome ridícula—. No sé, Vera, apenas lo conozco, pero fue tan raro. No podía dejar de mirarlo, y no es solo que sea guapo, es… me da curiosidad.

Vera dejó escapar un suave "oh", con los ojos brillantes de emoción. Sabía que ella disfrutaba mucho de estas conversaciones, pero no sabía cómo poner en palabras lo que había sentido. Era como si en ese rincón de la fiesta, hubiera habido algo más que simples miradas y sonrisas.

— ¿curiosidad? —Vera sonrió, entretenida—. ¿Qué hay de Matt?

Suspiré de nuevo, y sentí cómo se formaba un nudo en mi estómago. Matt era todo lo que cualquier chica podría querer, o eso pensaba todo el mundo. Yo también había pensado eso al principio. Su sonrisa era encantadora, su carácter era tranquilo y siempre estaba pendiente de que yo estuviera bien. Pero con el tiempo, había empezado a cambiar. No él, yo.

Sin darme cuenta, me había convertido en una versión diferente de mí misma. Más delicada, más perfecta. De alguna manera, había empezado a pensar que si me volvía lo suficientemente pulcra, si dejaba de ser tan desastrosa y trataba de encajar en su idea de perfección, nunca dejaría de gustarle.

Me miré en el reflejo de una de las ventanas del aula. Siempre había sido atractiva, naturalmente bonita, eso me lo decían desde niña, pero ahora, después de tanto esfuerzo por mejorar, había algo más. Me veía casi inalcanzable, como una versión pulida de mí misma. Mucho más atractiva, más radiante. Era como si hubiera perfeccionado el arte de ser la novia de Matthew.

DEL AMOR Y DEL MAR || GIOWTTPD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora