04. Pedacito De Mi Corazón.
No sé exactamente en qué momento dejé que Vera me convenciera de que necesitaba "arreglarme". Siempre he sido más del estilo vas tarde a clase y no puedes pensar en qué ponerte ahora, pero aparentemente para esta cita con Matthew necesitaba ser una versión de mí más... sofisticada, o al menos eso decía Vera.
—¡Vamos, Bailey!— insistía Vera mientras se paseaba por mi habitación, inspeccionando mi armario como si estuviera en una misión de alto riesgo. —Esta es una cita importante. Matthew te gusta, ¿no?
—Claro que me gusta— respondí desde mi lugar en la cama, medio tapada por una almohada que usaba para cubrir mi cara del desastre que estaba a punto de suceder. —Pero no entiendo por qué eso significa que necesito usar tacones que podrían causarme una fractura.
Vera rodó los ojos, como hacía siempre que sentía que estaba perdiendo la batalla.
—No es solo por los tacones. Es la imagen. El mensaje. Hoy debes verte... ¡espectacular!
Suspiré, rendida. No es que no me gustara Matthew, de hecho, me gustaba bastante. Aún recuerdo el día que lo conocí, cuando literalmente chocamos uno con el otro en la puerta de su salón de clase. Fue una de esas escenas cliché de película, en las que todo el mundo sigue su vida y solo dos personas se detienen en medio del caos para mirarse a los ojos. Excepto que en nuestro caso, también hubieron varios bocetos regados en el suelo y algunas disculpas torpes de mi parte.
La cosa es que, después de ese encuentro, no nos vimos por semanas. Hasta que, de alguna manera, terminamos viéndonos en la pasarela que mi facultad había armado para recaudar fondos para los finales del semestre próximo. Ese día presente "Emerald Dreams", mi colección de ropa, aunqje no esperaba que él estuviera ahí... no pude evitar acercarme a saludarlo ese día, lo hice y terminamos caminando por ahí, conocí demasiado de él en una sola noche, Matthew hace más cosas interesantes que solo ser adorable y tener el pelo revuelto en el mejor de los sentidos. Y desde entonces, comenzamos a vernos casi a diario.
Ya habíamos salido en varias citas, siempre con el mismo look relajado de "acabo de salir corriendo de casa porque llego tarde", que, sinceramente, es mi look de siempre. Pero esta vez, por alguna razón, Vera decidió que tenía que poner un poco más de esfuerzo. Según ella, era hora de subir el nivel. No estoy segura si es porque Matthew tiene esa sonrisa que te hace perder el equilibrio o porque, en el fondo, quería demostrarme a mí misma que podía ser algo más que desastrosa.
—No te preocupes, te voy a ayudar— dijo Vera, sacando de mi armario un vestido que ni recordaba haber comprado. —Este. Es perfecto.
—No sé si "perfecto" es la palabra— murmuré, pero me levanté de la cama de todas maneras. Al menos con Vera ayudándome, sabía que no terminaría pareciendo una extra en una película de época.
ESTÁS LEYENDO
DEL AMOR Y DEL MAR || GIOWTTPD
RomanceDespués de estos cinco años de invierno, nadie me va a robar la primavera. - Mario Benedetti. ACLARACIONES: - Los errores ortográficos serán corregidos al finalizar la publicación de la historia. - La historia tiene escenas +18. - Hay algunos suceso...