04.Disculpas

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Samantha:

Miércoles / 2:00 p.m.

Dos de la tarde, la hora de salida. Todos comenzamos a guardar nuestras cosas, listos para irnos.

-Ah, olvidaba decirles, el jueves y viernes no hay clases porque habrá unos eventos aquí en la facultad. Sirve que estudian para sus exámenes -miró a Raúl-. ¡Quiero puros dieces! Los veo el lunes. -Todos asentimos-. Pueden irse... menos tú, Samantha. Necesito hablar contigo.

Rodé los ojos al escucharlo.

-¿Qué necesita? -Me acerqué a él.

-¿Cómo van con las tutorías?

-Pues apenas ayer fue la primera y va bien. Sabe, pero se hace el tonto.

-Aun así, necesito que lo sigas ayudando.

-Sí, profe.

-Bueno, ahora sí puedes irte. Cualquier cosa, me dices, para no contestarle. -Rió y yo renegué-. Es broma, ya váyase.

Este fin de semana será grandioso: sin clases hasta el lunes. Fin de semana de loquear, puro estar en mi casa.

-¿Hiciste tus ejercicios? -Me acerqué a Raúl, que estaba con sus amigos.

-¡Sí! -Sus amigos se fueron. Raúl sacó de su mochila su libreta-. ¿Los vas a revisar?

-De hecho, sí. Pero el fin de semana, ¿te parece? -Él asintió-. Bien.

-¿Estudiaremos hoy?

-No -me apresuré a decir.

-¿Por qué?

-Ah, porque tengo planes con mi papá.

-¿Y mañana?

-Tampoco, es que tengo que ir a casa de mi mamá.

-Pero no tienes mamá...

-¡Ah! Cierto...

-Eres bien mala para mentir.

-Lo sé, pero es que voy a...

-Samantha, no se te olvide que mañana es mi fiesta, y no me digas que no vas a ir -Pablo se acercó y yo le di un codazo.

-¡Ay! ¿Qué te pasa?

-Ah, claro, no vas a ayudarme a estudiar por una fiesta -Raúl rodó los ojos-. Eso hubieras dicho desde el principio, y que me hubieran puesto a Natalia.

Natalia... sí, ella era la segunda mejor de la clase. Las diferencias en nuestras calificaciones eran mínimas.

-Ah, pues chinguen su madre, tú y Natalia -rodé los ojos y le devolví su libreta-. Que ella te ayude entonces. -Comencé a caminar lejos de ahí.

𝗟𝗼𝗰𝗼𝘀- 𝑹𝒂𝒖𝒍 "𝒕𝒂𝒍𝒂" 𝑹𝒂𝒏𝒈𝒆𝒍-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora