05.Perdón

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Raúl:

Miércoles / 2:15 p.m.

Jueves y viernes no hay clases. Me emociono como si estuviera en la primaria, esos días eran los mejores. Estaba con mis amigos platicando.

-Ya no puedo más, mejor no hubiera nacido -dijo Kevin riendo.

-Ya sé, mejor me hubiera metido a estudiar para chef, ahí nomás comes y ya -le siguió Marco.

-El que la tiene fácil es este güey -me miraron-. Tiene a la Samantha dándole tutorías, va a sacar puro diez.

-No mamen, ni que fuera lo mejor del mundo que ella me ayude -traté de sonar indiferente.

-Pues como quiera que sea, de igual manera te lo buscaste al ser el gran portero de Chivas, el lado positivo es que Samantha es linda.

-El Marco tiene razón, nomás porque es media otaku, si no, sí me la ligaba.

-No es otaku -les dije-, más bien es emo, casi no le habla a nadie.

-Emo o otaku, sigue estando buena -dijo Marcos.

-Cállate güey, tú tienes novia.

-¿Y qué?

-Aguas, que ahí viene -Samantha llegó con nosotros.

-¿Hiciste tus ejercicios? -se puso a mi lado.

-¡Sí! -y Marco y Kevin se fueron-. Mira -saqué mi libreta- ¿Los vas a revisar?

-De hecho sí, lo haré, pero el fin de semana, ¿te parece? -asentí-. Bien.

-¿Estudiaremos hoy?

-No.

-¿Por qué?

-Ah, porque tengo planes con mi papá.

-¿Y mañana?

-Tampoco, es que tengo que ir a casa de mi mamá.

-Pero no tienes mamá -le solté.

-¡Ah! Cierto.

-Eres bien mala mintiendo.

-Lo sé, pero es que voy a...

-Samantha, no se te olvide que mañana es mi fiesta, y no me digas que no vas a ir -Pablo se nos acercó y vi cuando Sam le dio un codazo-. ¡Ay! ¿Qué te pasa?

-Ah, claro, no vas a ayudarme a estudiar por una fiesta -rodé los ojos-. Eso hubieras dicho desde el comienzo, mejor me hubieran puesto a Natalia.

-¡Ah, pues chinguen su madre, tú y Natalia! -me devolvió mi libreta-. Que ella te ayude entonces -comenzó a alejarse.

-¡Bien, pues ella me va a ayudar! -le grité enojado-. ¡Al cabo que ella es mejor que tú!

-¡Por mí mejor! ¡Entre nacos se entienden! -me gritó.

¿Me dijo naco?

-¿Qué te pasa, cabrón? -me dijo Pablo molesto.

-Pues ella, yo ni le dije nada.

-Sí, pero tampoco debiste decirle lo de Natalia.

-Pues ni modo... ¿De qué fiesta hablan?

-De la mía, mañana a las 6 de la tarde, estás invitado -después de eso se echó a correr detrás de Samantha y yo corrí en busca de Natalia.

-A lo mejor sí me pasé con lo que le dije a Samantha, pero es que se enojó muy rápido y me la rayó. Óyeme, no.

Corrí por los pasillos de la universidad con la mochila colgando de un hombro y el corazón latiendo a mil por hora. Mi ego decía que sí podía convencer a Natalia, porque Sam estaba fuera de la ecuación en ese momento. Llegué al salón donde sabía que Natalia siempre estudiaba después de clases, y la encontré sentada en una de las mesas, concentrada en sus apuntes.

𝗟𝗼𝗰𝗼𝘀- 𝑹𝒂𝒖𝒍 "𝒕𝒂𝒍𝒂" 𝑹𝒂𝒏𝒈𝒆𝒍-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora