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NARRA BRAD

Intento pasar desapercibido pero el director me señala justo cuando me escondo detrás de la taquilla, mi madre me mira con decepción y mi padre con enfado. Bajo la cabeza mientras ellos se acercan a mí con paso rápido y decidido.
-Bradley, vamos a mi despacho.
Yo y mis padres lo seguimos hasta su despacho. Consiste en una gran habitación con una mesa de madera de roble en medio con una butaca detrás y dos sencillas sillas con cojines delante. Siempre me ha intimidado este despacho porque si estabas aquí quería decir que estabas metido en un lío. El director toma asiento en la butaca y mis padres en las sillas, yo me quedo de pié al lado de mi madre.
-Bradley, -dice el director- se ve que ha faltado a las tres ultimas clases y sus padres no tenían consciencia de ello.
-Esto... yo... -mierda no había pensado ninguna excusa porque era la primera vez que lo hacía y no esperaba que me pillaran tan pronto.
-Hijo estamos muy decepcionados contigo. -me dice mi madre con una mueca de desagrado.
-¡Además de decepcionados enfadados! -añade mi padre, así que me despido de mi ordenador mentalmente.
-Resulta, -sigue el director- que aquí la campana esta sancionada con la expulsión, pero gracias a una solidaria donación de sus padres al centro nadie se enterará de lo ocurrido y se perdonará este error por su parte Sr. Simpson.
-Gracias... -me siento aliviado por una parte pero sigo algo asustado porque aún me queda la bronca de mis padres en casa.
Salimos del centro en silencio y nos metemos en el Jeep de mi padre. Durante el viaje seguimos sin hablar y yo jugueteo con mi iPhone con nerviosismo. Mi padre aparca y salimos del coche. Nada más entrar en casa mi padre me dice con voz seria:
-Trae aquí tu móvil, tu portátil, tu libro electrónico y tu iPod.
-No papá, por favor, no me quites mi libro...
-Trae también tu iPad y las llaves de mi despacho para que no cojas otro libro. -resoplo.
-¡Papá no es justo que me hagáis todo esto! ¡Es la primera vez que hago algo! ¡Siempre me he portado bien!
-¡¿Sabes la vergüenza que hemos pasado al tener que sobornar al director?!
-Pero...
-Brad nos has decepcionado mucho, no pensábamos que fueras capaz de hacer algo así, ya no podemos confiar en ti hijo. -dice mi madre con expresión de tristeza en la cara.
Suspiro, la verdad es que tienen razón. Subo arriba y dejo mi mochila, recojo mi portátil del escritorio y mi iPod del cajón, saco mi libro electrónico de la mochila y mi iPad de la mesita de noche y se lo bajo todo; incluida la llave que he cogido de camino, y lo dejo delante de mi padre.
-Bradley el móvil. -soplo y me lo saco del bolsillo y lo dejo entre el resto de mis pertenencias más preciadas.
Subo a mi habitación y me encierro. Me tumbo en la cama mirando hacia el techo blanco y mis pensamientos se van inconscientemente hacia él.
Me ha encantado el poco rato que hemos pasado juntos aunque haya desencadenado todo este lío. Me ha encantado cuando se ha reído aunque yo no estuviera bromeando, me ha encantado notar sus ojos repasandome de arriba abajo. No estoy seguro si aún le gusto pero al menos le atraigo algo, ¿si no no me habría pedido el teléfono no? Suspiro, ¿cómo alguien como él ha podido calarme tan profundo en apenas un día?
Escucho como alguien pica a la puerta.
-Adelante.
La puerta se abre y veo a mi hermana Nati asomarse por ella, tiene una pequeña sonrisa en la cara cuando cierra la puerta detrás de ella.
-Hola pequeño, ¿cómo estas? -me encojo de hombros- Te he traido mi iPod, se que preferirías mi libro pero es demasiado valioso.
-Esta bien. -sonrío y me siento en la cama, doy unos golpecitos en la colcha para que se siente a mi lado y ella obedece y deja su iPod en mi regazo.
-Lo he recargado de todas esas canciones frikis que tanto te gustan. -me guiña un ojo.
-¡Pero si a ti también te gustan! -me pasa una mano por la cara y yo sonrío aun más ampliamente.
-Intenta que papá no te lo vea o me lo quitará a mi también. -asiento y entonces escucho como una piedrecita choca contra mi ventana, mi hermana también ha parecido escucharlo así que nos levantamos los dos y miramos hacia abajo. Allí estaba él, con esa sonrisa socarrona que tanto me gusta. Noto como mi hermana me mira pero yo no aparto mi mirada de él.
-¿Es por ese chico por el que has hecho campana hermanito?
-Sí...
Ella lo mira y sonríe.
-Es muy mono. Os dejo solos. -me guiña un ojo y yo me río.
Cuando se va echo el pestillo y abro la ventana. Me tumbo en mi cama a esperarlo y lo escucho subir y luego entrar. Cierra la ventana pero se queda mirando por ella. Me siento y lo miro.
-Hola. -y sonrío.
-Hola. -pero su expresión es seria.
-¿Qué pasa?
-Bradley, yo no soy bueno para ti, este castigo sera tu menor problema si estas conmigo, yo...
Me levanto y me acerco a él. Connor me gira la cara, parece como si le doliera confesarme lo que me esta diciendo. Le acaricio una mejilla y poso mi otra mano en su pecho. Él me mira y pone sus manos en mi cintura.
-Me da igual Connor.
-No, no lo entiendes...
-Me da igual. -suspira.
-Se que no quieres que te bese porque apenas nos conocimos hoy y...
Lo callo juntando nuestros labios. Él me sigue el beso algo sorprendido. Nuestros labios se mueven al mismo compás y su lengua pide permiso para entrar en mi boca y yo se lo concedo. Pasa su lengua por toda mi boca como si quisiera memorizarla. Me separo para coger aire y Connor me abraza hundiendo la cara en el hueco entre mi cuello y mi hombro. Le acaricio el pelo le doy un beso en la oreja. Me acerca más a él y no se lo impido.
¿Qué estas haciendo Brad? Me he preguntado esto demasiadas veces hoy.
-Gracias... -escucho que me susurra.
-¿Por qué?
-Por darme una oportunidad. -lo miro sin comprender.- ¿Podemos sentarnos mientras te explico esto? -asiento y nos sentamos en mi cama. Lo miro.- Me fui de casa porque mis padres querían que estudiase algo que no me gustaba, ellos querían que siguiera con en negocio familiar y a mi eso no me iba nada. Me dijeron que si no estudiaba económicas que cogiera mis cosas y me fuera de su casa.
Me quedo algo parado, nunca me imaginé que los señores Ball echaran de casa a su hijo por no querer estudiar económicas.
-Bueno... pero ahora seguro que ya no piensan igual. Seguro que te echan de menos.
Él sonríe de lado.
-No Bradley, no los conoces. Su orgullo puede con todo, les da igual perder a un hijo, ya tienen a mi hermano que es el primero de la clase y es don perfecto.
Pienso en lo que me acaba de comentar, pero estoy seguro de que si hablo con los señores Ball cambiaran la opinión que tienen de su hijo.
Hablamos durante un rato y quedamos para ese fin de semana, espero que mi castigo no incluya salir.
Miro por la ventana como Connor se aleja y luego cierro y me giro a contemplar mi cuarto, vaya, se ha dejado la chupa encima de la cama, bueno no importa ya se la devolveré el sábado. La cojo y la cuelgo en mi armario con una percha. Luego me desvisto y me pongo unos pantalones largos de Bob Esponja. Deshago mi cama y me meto entre las sábanas, cojo los cascos y dejo que la voz de Alex Turner invada mis oídos, pienso en ese día, y en él por décima vez y casi sin darme cuenta me quedo profundamente dormido.


Bad Boy (Bronnor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora