Bad Boy (Bronnor)

20. Sin él esto va a ser un infierno

                  

NARRA CONNOR:

Llego a casa después de dejar a Brad en el aeropuerto. Me siento solo, y vacío. Como era de esperar sus padres no me han hablado si él ya no estaba. Yo ya sabía que en realidad no aceptan lo nuestro pero se callaban porque sabían que se marchaba. Aun son las ocho así que me vuelvo a meter en la cama pero no podré dormir. Lo sé. Me he acostumbrado a tenerlo cerca todo el tiempo. A dormir con él acurrucado en mi pecho. A poder oler sus rizos...

Desbloqueo mi móvil y me pongo a mirar fotos nuestras. Me siento un estúpido adolescente. Escucho la puerta de fuera, supongo que Austin llega ahora después de haber pasado toda la noche fuera. Lo escucho caminar por el pasillo y mi puerta se abre. Se asoma por detrás de esta.

- ¿Estas bien? –niego y él se acerca. Me hago a un lado y se tumba a mi lado y me abraza contra su pecho. Entonces no puedo más y estallo.

- Nada nunca volverá a ser igual. Conocerá a personas nuevas y me olvidará. Y sé que es lo mejor para él pero quiero ser egoísta por una vez en mi vida Aus, lo necesito para sobrevivir. Necesito a Brad, y no sé cómo voy a conseguir que se quede conmigo estando a medio mundo de él.

- Shhhhh... Tranquilo... Te quiere muchísimo Connor. No se olvidará de ti en ningún momento. Lo único que cambiará con él es que tendrá más amigos. Eso es todo.

- Pero...

- Vales mucho Connor. Mucho más de lo que tú crees, y Brad lo sabe.

- ¿Por qué hablas tan bien de él ahora? –se ríe.

- Porque estas mal.

- Entonces no te lo crees. Crees que me abandonará...

- Estoy reconociendo lo que te valora ese chico porque estas mal idiota. Te soy sincero porque es lo que necesitas ahora. –suspiro y le acaricio el pecho.

- Eres mi único amigo ahora.

- Nah, creo que Nate y Levi te volverán a aceptar en el grupo, no son rencorosos. –sonrío.

- Gracias.

- ¿Vamos a tomarnos un café con churros al bar de abajo?

- No has dormido nada...

- No pasa nada Connor. Hace tiempo que no vamos a desayunar allí.

- Está bien.

Bajamos abajo y el del bar se alegra de vernos, nos sirve lo de siempre y nos sentamos en una mesa alejada del resto de los abuelos que hay en el lugar (cosa normal teniendo en cuenta de que son las ocho y media de la mañana).

Austin me explica que desde que Drew se marchó ellos tres han ganado cinco carreras y recuperado su moto. También me cuenta que no me tiene ningún tipo de resentimiento. De verdad es que lo admiro. Es demasiado bueno con la gente.

La mañana al final se pasa rápida ya que Austin me lleva a hacer cinco mil recados para mantener mi mente ocupada. Vamos a comprar comida, limpiamos el piso que está hecho una real porquería y ordenamos los apuntes de ambos de la universidad. Luego jugamos a la Play mientras bebemos unas cervezas. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con Austin y días como este me recuerdan porque es mi mejor amigo. Pero para que me voy a engañar, sin él esto será un infierno.

NARRA BRAD:

Me siento al lado de Jayden en un tronco. La banda de música toca lo que parece el himno de Estados Unidos. Las animadoras saltan de un lado a otro haciendo sus piruetas y los jugadores de futbol cantan y beben riendo. Esto me recuerda a una escena de Grease pero con todo más moderno. Jayden me va presentando a gente. Pero llega un momento que mis pensamientos se funden en el fuego de la hoguera...