Bad Boy (Bronnor)

10 6/7

SABÁDO:

NARRA BRAD

Me despierto pronto como todos los fines de semana y salgo a correr con Jesse, cuando vuelvo a casa veo que tengo mensajes de un grupo. Es en el que estamos Nick, Paola, Jenny y yo. Lo abro:

JENNY: Chiiiiiicooooos, ¿queréis quedar hoy a las once para ir a relajarnos por el parque y tomarnos unos heladoos? -que manía tiene esta chica con alargar las vocales.

PAOLA: ¿Qué pasa? ¿No tienes vida? -tan maja como siempre.

JENNY: Cerda:(

PAOLA: ;)

NICK: que pasaditas de buena mañana -.-, ¡por mi OK Jenny!

JENNY: WIIIIIIIII<3

PAOLA: Por mi bien. ¿Y Bradley?

NICK: Ha salido a correr, contestara en una hora o así.

Miro el reloj y sí, ha pasado justo una hora desde que Nick ha puesto ese mensaje. Son las diez así que tengo una hora para ducharme, vestirme, peinarme e ir al centro de Birminham que está más o menos a 20 min de mi casa en bus y a media hora en skate. Creo que me da tiempo.

(...)

Al final he llegado a tiempo, llevamos como una hora dando vueltas por las tiendas y ahora vamos al parque a por unos helados. No sé si Jenny y Connor están compinchados o que porque Connor ha dejado un bono de cuatro helados en la puerta de mi casa y me resulta muy sospechoso. Por mucho que le he insistido a Jenny en que no me enfadaría si me lo confesaba ha dicho que no, que ella no tenía nada que ver. Paseamos mientras nos comemos nuestros helados y hablamos de todo. Me encanta ver a mis amigos reír por algo que cuenta Jenny o su cara de concentración cuando Paola expresa sus pensamientos tan complexos que ni con un diccionario consigues descifrarlos.

(...)

Vuelvo a casa ya comido porque Nick había insistido en ir a comer al Nandos por última vez este curso. Son las cuatro así que tengo dos horas para arreglarme e ir a la estación.

(...)

James y yo ya estamos en Exeter, ha sido un viaje largo y cansado pero ambos tenemos ganas de fiesta y de conocer a ese tal Tristan Evans, tiene un nombre peculiar.

Cuando llegamos a la casa está ya está abarrotada de gente. Adolescentes de variadas edades salen y entran con vasos rojos llenos de un líquido rojizo oscuro. Entramos y enseguida se nos acerca un chico más o menos igual de alto que James pero con el pelo negro y una bonita sonrisa que le ilumina la cara.

- ¡Hola James! Tú debes de ser Bradley. -me estrecha la mano.

- Solo Brad ya está bien. -intento decirle por encima de todo el ruido.

- Brad él es Adam, quien te dije que nos acogería en su casa. -le sonrío tímidamente.

- Siento que hayas tenido que venir hasta aquí por nosotros. -me disculpo.

- Da igual, me moría por tener una excusa para venir aquí y vosotros me la habéis dado. -nos reímos los tres y nos mezclamos entre la gente en busca de un chico con la descripción que Adam nos ha dado.

Después de dar un par de vueltas por la casa y los jardines lo encuentro, bebe de un vaso escuchando a un chico que cuenta algo muy emocionado.

Tomo aire y me acerco.

- Hola... -él me mira y me sonríe. Yo me pongo rojo, es más guapo de cerca y enseguida me pierdo en su mirada. Se pasa una mano por el pelo.

- Hola. -me responde. Yo me muerdo el labio algo avergonzado por haberme acercado sin ni siquiera pensar de qué hablar.

- Esto... me han dicho que tocas la batería. Verás, un amigo mío y yo estamos montando una banda. Estamos buscando miembros y pues...

- Vamos a hablar a otra parte, aquí apenas te escucho. -me dice, pero en realidad con la mirada me indica que le acabo de dar la excusa perfecta para dejar de escuchar a ese tío.