• capitulo 2🫀 •

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(abril de 2006)

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(abril de 2006)





"Toma, huele", dijo Char mientras me sostenía un trozo de tela.

Había estado aquí durante una semana y cacé tres veces al ciervo local mientras Peter y Char me ayudaban con mi control. Comenzó con una pequeña gota de sangre seca de una de sus recientes cacerías. Quería ver si no era más que el vampiro incontrolable y sediento de sangre que constantemente me hacían parecer. Necesitaba asegurarme de poder mantener el control ya que mi pareja todavía era humana.

Mi compañera.

Nunca hubiera pensado que esas palabras alguna vez estarían asociadas conmigo. ¿Me querría ella? Si no lo hiciera, ¿podría marcharme? Supongo que tendría que hacerlo si ella no quisiera esto. Compañeros . Realmente era una palabra extraña. Era un estado del ser, no necesariamente una noción romántica con el amor. Seguro que el amor puede crecer entre parejas, Peter y Char fueron un buen ejemplo, pero eso llegó con tiempo y compromiso. Sabía que una vez que la volviera a ver tendríamos que hablar de ello, pero tenía la sensación de que no era algo que ella aceptaría tan pronto como lo oyera. ¿Cómo podía esperar que ella lo aceptara cuando yo estaba luchando? Por mucho que ese sentimiento en mi pecho me llevara de regreso a Washington, a Forks, necesitaba tiempo. Necesitaba asegurarme de no lastimarla innecesariamente.

Tanto Peter como Char pensaron que necesitaba estar expuesto a sangre humana, para desarrollar tolerancia, por así decirlo. Incluso si elegía seguir con la dieta animal, lo cual estaba debatiendo, pensaron que todavía necesitaba la exposición dado que Isabella era humana, especialmente después de que compartí algunas historias sobre ella. Mis intenciones eran volver a Forks para hablar con ella y si eso llevaba a más cosas entre nosotros, bueno, eso era algo que necesitaba asegurarme de controlar. Esa fue mi motivación y determinación para recuperar mi control o mejor aún, comprender sus límites.

Me sorprendió que con solo contarles estas breves historias, comencé a sentir el cariño que Peter y Char tenían por Isabella. Aún no la habían conocido, Peter solo había visto breves destellos de ella a través de sus instantáneas, pero ambos parecían estar ansiosos por conocerla. Deseaba tener más para compartir con ellos porque sentí su interés y aceptación genuinos por ella. Tampoco es que aceptaran a todos. Siempre había tensión con mi hermano y mi hermana cuando siquiera se mencionaba a Alice. Los tres nunca se llevaron bien. Claro, al principio, Peter y Char lo intentaron, estaban felices por mí porque encontré la felicidad y una oportunidad de paz, pero cuando le presenté a las dos personas que me rescataron del infierno, la tensión apareció de inmediato. A ella no le agradaban y, aunque era educada, a mí no me gustaba que tuviera tendencia a tratarlos como si fueran menos ciudadanos que ella.

Luna menguante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora