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Las siguientes dos semanas fueron un torbellino cuando empezamos a empacar cosas para nuestro viaje a Europa. Dado que la casa que compramos necesitaba urgentemente reparaciones, también trabajamos con nuestros amigos de Volterra para pedir artículos para que estuviéramos cómodos allí. Desafortunadamente, a medida que nos acercábamos más y más a nuestra fecha tentativa de partida, quedó claro que la casa no iba a ser habitable según los estándares humanos, por lo que nos apresuramos a encontrar otro lugar que estuviera relativamente cerca.
Peter y Char dijeron que la casa de Aro era lo suficientemente grande para nosotros cuatro, pero Aro, lamentablemente, explicó que su casa no tenía baños funcionando. Estaban allí pero no había nada sondeado. Explicó que los otros reyes tenían casas en el campo de Italia que tenían baños que funcionaban, pero que estaban más lejos que la suya. Al final, optamos por quedarnos en ese pequeño pueblo a las afueras de Volterra, en la misma casa que cuando lo visitamos por primera vez. Si bien significaba que teníamos que conducir más de una hora para llegar a nuestro nuevo hogar, ambos pensamos que era mejor que quedarnos en un hotel.
Antes de que nos diéramos cuenta, era el día antes de nuestro vuelo. Peter y Char habían volado a Seattle para arreglar los trámites del cuidador con Jenks, el abogado, y anoche, después de regresar, trajeron algunos papeles para que los firmáramos, transfiriendo algunos de nuestros activos a una cuenta en Europa.
Resoplé mientras arrojaba un montón de ropa sobre la cama y me limpiaba la frente. Aunque teníamos la casa refrigerada, todo el trabajo de clasificar mi ropa y guardar las cosas fue un dolor de cabeza. "¿Jasper? Tengo una caja más que se puede almacenar".
En un instante, estaba justo a mi lado, sosteniendo la caja fácilmente con una mano. "¿Cosas de invierno?"
"Sí, no estoy segura de si deberíamos donarlo o no, ya que quién sabe cuándo usaré una parka. Esto fue algo que traje de Forks". Lo miré para ver si su expresión influiría en mi decisión o no.
"Sabes, a menos que sea sentimental, puedes donarlo y recomprar cosas en el futuro. Tienes razón, incluso cuando estés convertida, no necesitarás usar estas cosas excepto para estar cerca de humanos".
